El director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Roque Vicente, ha alertado de que la Comunidad autónoma se encuentra en uno de los momentos "más complejos en lo que llevamos de verano" en cuanto al riesgo de incendios por las "altas temperaturas, la baja humedad y los vientos variables".

En rueda de prensa, ha explicado que los puntos más críticos son el Sistema Ibérico, tanto de Zaragoza como de Teruel, "que son las zonas más complicadas", las comarcas de Albarracín, Jiloca, Calatayud, Daroca y Gúdar, "con mayor riesgo de incendios", además del Alto Aragón.

Debido a esta situación, el Gobierno de Aragón ha tomado una serie de medidas de prevención, como "trasladar nuestra preocupación a la sociedad en su conjunto" y la gestión del operativo de prevención y extinción de incendios forestales, "que se encuentra hoy por hoy en labores de vigilancia", ha destacado Vicente.

El operativo se encuentra en una situación de prealerta y ubicados en puntos fijos de vigilancia para trasladar las noticias de una manera más periódica y estar al tanto de las novedades.

El director general ha indicado que "los medios aéreos están realizando vuelos de reconocimiento que permitan, en un momento determinado, poder atender de la manera más inmediata cualquier emergencia o inicio de un incendio forestal".

Por otro lado, se cuentan con más de mil efectivos, contando con el despliegue a través de la empresa pública Sodemasa y la parte de administración pública.

En lo que llevamos de año, se han registrado en Aragón 434 incendios y se han quemado 3.700 hectáreas. En 2011, hubo 430 incendios y 700 hectáreas quemadas, datos que reflejan la "complejidad del año", ha mencionado Vicente.

Regeneración de castanesa

El director general de Gestión Forestal ha señalado que, en Aragón, "el verano comenzó casi en marzo con el primer incendio forestal en Castanesa", donde "hace unos días realizamos una visita para reconocer y constatar la evolución de la zona".

Vicente ha manifestado que "estamos satisfechos con la evolución puesto que la zona de monte bajo, al ser un terreno donde ha habido un numero importante de precipitaciones —más de 300 litros por metro cuadrado—, se ha recuperado bastante bien".

"Las otras dos zonas de quejigos y de pinares van más lentas", ha subrayado, para apuntar que "abriremos accesos para aprovechamientos forestales en esas zonas, para la eliminación de madera quemada y para evitar la programación de plagas".

El director general ha anunciado que se va a hacer una primera inversión de cerca de 32.000 euros para desarrollar los accesos a las zonas más afectadas.