Cincuenta años después de su muerte, Marilyn Monroe sigue promoviendo nuevas lecturas de su obra, figura e influencia. Cuando se cumple medio siglo del suicidio por sobredosis de barbitúricos de la actriz, el 5 de agosto de 1962, la leyenda del mayor mito sexual del siglo XX se reaviva.

Tras exposiciones sobre su influencia en el arte, recopilaciones de las fotos que le hicieron los mejores reporteros de Magnum o aparición de unos supuestos desnudos inéditos de la actriz, ahora aparece un ensayo ilustrado con decenas de imágenes que reindica la figura de Marilyn como "referente duradero" para la moda femina.

Marilyn in Fashion. The Enduring Influence of Marilyn Monroe (Marilyn en la moda. La duradera influencia de Marilyn Monroe), que acaba de ser editado por el grupo editorial Perseus es un tomo de casi 300 páginas que presenta a la actriz como una rompedora de moldes que no tuvo reparos en mostar de manera explícita su sensualidad en una época de gran represión moral.

Los autores son Christopher Nickens y George Zeno, el primero es un historiador especializado en cine y el segundo tiene en propiedad una de las mayores colecciones de trajes, ropa y accesorios que fueron usados por Marilyn. Una buena parte de las fotos del libro son inéditas o muy poco conocidas.

Además de reconocer lo obvio ("cincuenta años después de su muerte, Marilyn sigue siendo incandescente como estrella de cine y sex symbol legendaria y tuvo una vida privada que nos sigue fascinando"), el libro intenta "rellenar un vacío", el estudio del "permanente impacto" de la actriz como referencia de la moda femenina.

"Desde el vestido largo de satén rosa de Los caballeros las prefieren rubias hasta el vestido tubo que revelaba su desnudez que usó para cantar el Cumpleaños Feliz a JFK, Marilyn no dejó de crear inolvidables looks", añaden los autores, que presentan a la estrella como una mujer liberada y nada pacata a la hora de mostrar su cuerpo en un momento de "sexualidad reprimida" en el que mandaban los modelos de ropa que cubrían la piel en vez de mostrarla.

También colocan a la actriz en el papel de "visionaria", porque con su gran personalidad, buen gusto y valentía, hizo uso de la capacidad de combinación y sorpresa que causaban algunos diseñadores "antes de que fuesen masivos". Señalan, por ejemplo, que Marilyn fue la primera en usar bolsos de Louis Vuitton, accesorios de Gucci o zapatos de Ferragamo cuando estas marcas apenas habían entrado en el mercado.

Era también una admiradora declarada de la ropa de Oleg Cassini, Norman Norell y Emilio Pucci y uso sus modelos con frecuencia, a veces en "contacto directo" con los diseñadores para proponerles cambios o alternativas.

Marilyn in Fashion estudia la evolución del estilo de la diva, desde la "dulzura inocente" de sus comienzos, su aspecto de "mascota sexual" en los años cincuentan y la "elegante sofisticación" de los últimos años de su vida.

También hay un capítulo dedicado a los diseñadores que hicieron ropa para que Marilyn la luciese en la pantalla, entre ellos los ganadores del Oscar Jean Louis, William Travilla y Orry-Kelly.