Mario Pestano lo tiene todo para ser campeón mundial o incluso olímpico. Físico, técnica y marca para estar en lo más alto, pero una razón desconocida para todos menos para él le frena una y otra vez. Dicen que el asunto está en la mente, pero él se resiste a creerlo y desde hace ya tiempo trabaja esa parcela con un psicólogo.

El capítulo de esta mañana es repetido, lo hemos visto muchas veces. Mario llega a la competición en forma, preparado y, de repente, todo se va al garete: unas veces ha sucedido en la clasificación, como hoy, y otras en la final, pero el resultado es el mismo: Pestano eliminado o muy lejos de las posiciones de élite.

En el estadio olímpico de Londres terminó en la decimocuarta posición, eliminado con un mejor lanzamiento de 63.40. Quince centímetros le dejaron sin final, donde sí se metió Frank Casañas.

La versión de Pestano no terminaba de coincidir con su cara, no del todo satisfecha: "¿Decepcionado por qué? He dado lo mejor de mí en los tres tiros y no ha podido ser. Yo no miro una temporada en un solo momento, sino en todos los meses y creo que ha sido muy buena. No tengo nada que reprocharme",  y según llegó, se fue.