El Gobierno vasco respeta la convocatoria de huelga general para el 26 de septiembre realizada por los sindicatos nacionalistas, pero considera que "la colaboración de las instituciones, de las fuerzas políticas y sociales y la ciudadanía constituye una respuesta más positiva y eficaz a la crisis que una huelga general".

En un comunicado, el Ejecutivo vasco ha asegurado que "entiende el malestar y la indignación ciudadana ante las consecuencias de una crisis originada en el sistema financiero que se ha extendido al conjunto de la economía" y que requiere "decisiones adecuadas y concertadas en tres niveles: en el ámbito de la Unión Europea, fundamentalmente, en España y en el conjunto de Euskadi".

Asimismo, reitera que, "como ha asegurado el lehendakari, mientras haya un Gobierno socialista, no se producirán en Euskadi recortes ni en la atención sanitaria, ni en la educación, ni en los servicios sociales" y ello, "pese al rechazo de algunas fuerzas políticas e instituciones a abordar una fiscalidad más justa y eficaz, que permita sostener una salida vasca a la crisis".

Tras apostar por "una fórmula que combine las medidas de austeridad y las reformas imprescindibles con la defensa de nuestros servicios públicos, el impulso a la economía productiva y la lucha contra el desempleo", ha insistido en que "la colaboración de las instituciones, de las fuerzas políticas y sociales y la ciudadanía en ese empeño constituye una respuesta más positiva y eficaz a la crisis que una huelga general".

No obstante, ha mostrado su respeto a "la convocatoria realizada ya por una parte del sindicalismo vasco, que ha hecho de los paros generales un recurso reiterativo", a la vez que ha lamentado "que también en las protestas por la grave situación que atravesamos vuelva a preferirse el desacuerdo y la fractura ideológica antes que la unidad".