Los inmigrantes se unen a la romería

La afluencia de inmigrantes, en su mayoría latinoamericanos, fue, ayer, la nota más novedosa de la tradicional romería de la Santa Faz, a la que asistieron decenas de miles de personas.
Los romeros esperan para entrar al templo.
Los romeros esperan para entrar al templo.
Francisco González
Los romeros esperan para entrar al templo.
La participación de romeros oriundos de otros países llegó hasta el hito de que, por primera vez, un ciudadano de nacionalidad argentina fuera el encargado de llevar la reliquia a la plaza del monasterio para la misa.

Una enorme imagen de Juan Pablo II junto al altar mostraba el luto por su fallecimiento. A pesar de ello, el ambiente festivo imperó en la pedanía desde primeras horas de la mañana. Los peregrinos, con mochilas y calzado cómodo, aprovecharon la celebración para almorzar al aire libre y disfrutar de la feria y de los puestos ambulantes de productos tradicionales, que estarán abiertos hasta el domingo.

El pan de higo, los dátiles de Elche, el turrón y los populares botijos Rusiñol de Agost fueron los productos más demandados.

Lipotimias y heridas en los pies

El dispositivo sanitario y de seguridad contó con cerca de 500 personas entre agentes de Policía, Bomberos y voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja. Las asistencias sanitarias a los peregrinos fueron por heridas, rozaduras en los pies y algún esguince ocasionado tras recorrer los seis kilómetros que separan la capital alicantina del monasterio de la Santa Faz. Las lipotimias afectaron a más de un centenar de romeros, a pesar del cielo nublado y la agradable temperatura. La Policía  tuvo que estar muy atenta para vigilar a los numerosos carteristas que aprovechan la aglomeración de gente para hacer su agosto.

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