Deserciones y nuevos combates recrudecen el conflicto en Siria

  • Este martes han muerto más de medio centenar de personas.
  • La ONU mantiene la suspensión de su misión en Siria.
  • Jura el nuevo Gobierno sirio, el tercero desde el inicio de la revuelta.
  • El presidente Bachar al Asad asegura que Siria vive un "estado de guerra".
Un grupo de personas camina por las ruinas de un barrio sirio de Homs.
Un grupo de personas camina por las ruinas de un barrio sirio de Homs.
GTRES
Un grupo de personas camina por las ruinas de un barrio sirio de Homs.

Los rebeldes sirios anunciaron la deserción de unos doscientos soldados en el norte de Siria, mientras se intensificaron los combates entre ambos bandos, que se registraron incluso cerca de uno de los palacios presidenciales en Damasco.

Este repunte de la violencia en Siria, donde han muerto más de medio centenar de personas este martes según la oposición, ha llevado a la ONU a decidir que se prolongue la suspensión de las operaciones de sus observadores al considerar que las condiciones sobre el terreno son "demasiado peligrosas".

El consejero de comunicación del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Fahd al Masri, anunció en un comunicado la masiva deserción de uniformados en la provincia de Idleb, uno de los principales feudos opositores. También en esta región septentrional, Al Masri informó de que los rebeldes lograron derribar un helicóptero de las fuerzas leales al presidente Bachar al Asad tras fuertes enfrentamientos en la zona de Jan al Subul.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que al menos un rebelde y cinco militares perdieron la vida en esos combates en Jan al Subul, mientras que otros cuatro soldados fallecieron por una explosión en un puesto de control en el área próxima de Yabal al Zauiya. Entretanto, se registraron duros choques entre los insurgentes y los efectivos del régimen en las afueras de Damasco y cerca de uno de los palacios presidenciales, donde, según el representante del ELS, al menos doce personas han muerto.

El palacio, uno de las principales sedes de Al Asad, se encuentra en la carretera que une los suburbios de Qadsaya y Al Hama, al oeste de Damasco, con la plaza de los Omeyas, en pleno centro de la capital.

Por su parte, la agencia de noticias oficial siria, Sana, indicó que decenas de "terroristas" murieron en enfrentamientos entre las autoridades y "grupos armados" en Al Hama. Los supuestos terroristas habían bloqueado una carretera para emplearla para el tráfico de armas, según Sana, que también informó de los citados combates en la provincia de Idleb. Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por el régimen de Al Asad a los periodistas.

En medio de la violencia, las autoridades continúan con su programa de reformas -que hasta el momento no han contentado a la oposición-, como la formación de un nuevo Gobierno, cuyos miembros prestaron juramento ante Al Asad. Este Ejecutivo, el tercero desde el estallido de la revuelta, está encabezado por Riad Hiyab, anterior ministro de Agricultura y ex secretario general del partido gubernamental Al Baaz en la provincia de Deir el Zur (este) entre 2004 y 2008.

El propio presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró que su país atraviesa por "un estado de guerra verdadero", en un discurso durante la ceremonia de juramento del nuevo Gobierno sirio. "Estamos viviendo un estado de guerra verdadero con todas sus características y con todo el sentido de esta palabra", subrayó Al Asad, según las declaraciones recogidas por la agencia oficial Sana.

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