Es el caso de la flamante plaza Indautxu. Los peatones se quedaban ayer atónitos ante el espectáculo. «Sólo un mes después de inaugurarla, ya estamos de obras otra vez», decían sorprendidos. Las vallas daban cuenta del defecto en las baldosas. Al menos, que los vecinos no se caigan en el agujero.
¿Ya hay que arreglarla?
A veces son las prisas por inaugurar una obra, otras son defectos técnicos, pero el caso es que se está convirtiendo en habitual el hecho de tener que arreglar las plazas al poco tiempo de estrenarlas.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios