La fuente de la plaza del Panteón de Quijano se ha convertido en una improvisada piscina para algunos jóvenes que no tienen reparos en bañarse en calzoncillos a plena luz del día ante la atónita mirada de los paseantes.Estos vándalos aprovechan, a determinadas horas, la ausencia de vigilancia policial, pese a la cercanía de la Comandancia de la Guardia Civil, para refrescarse del calor que azota a la ciudad con algún que otro chapuzón.
Y otros no dudan en subirse a uno de los monumentos más emblemáticos que tiene Alicante. De hecho, el Panteón de Quijano sufre ya varios desperfectos y tiene remates rotos, por el paso del tiempo y por estas acciones vandálicas.
El alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, comentó el pasado año que el Ayuntamiento no tenía intención de remodelar, por el momento, el monumento del Panteón de Quijano para que se pudiera reflejar «el paso del tiempo» en él.
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