El Gobierno argentino planea nacionalizar los ingresos procedentes del juego en el país, entre ellos el Casino de Buenos Aires, asociado a la empresa española Cirsa, según informaron esta semana fuentes empresariales argentinas cercanas al Gobierno al diario Clarín. Según estas fuentes, la iniciativa "está y es insistente".

En concreto, se referiría a la nacionalización de dos grandes concesiones de juego: las máquinas tragaperras del Hipódromo de Buenos Aires y el Casino del puerto de Buenos Aires asociado con la española Cirsa.

"El juego está cayendo, hay una retracción del 30 o 40 % en los ingresos", por lo que según las mismas fuentes, los concesionarios podrían no ver con malos ojos la expropiación de su negocio, aunque eso suene contradictorio, cita el diario.

El objetivo último de esta maniobra consistiría en garantizar una fuente más de ingresos "en una misma línea con lo que se planteó, que había sido el disparador de la estatización de YPF", de acuerdo con el diario, para un sector como el del juego que arroja ganancias anuales de entre 32.000 y 64.000 millones de euros, según fuentes citadas por el rotativo.