Las FARC entregan a Langlois a la misión humanitaria y ponen fin a un mes de cautiverio

  • "Nunca me han amarrado, me han tratado como un invitado, me han dado buena comida con lo que tenían, han sido muy respetuosos", ha dicho.
  • Langlois se dirigió a la tarima instalada en la remota aldea de San Isidro, donde le esperaba la misión encabezada por la exsenadora Piedad Córdoba.
  • El corresponsal del canal de televisión France 24 y del diario Le Figaró fue secuestrado el 28 de abril cuando acompañaba a un contingente de militares.
  • A principios de abril fueron liberados los últimos rehenes no civiles de las FARC.
Captura de video tomada de las imágenes difundidas por Telesur que muestra al periodista francés Roméo Langlois en el momento de su liberación.
Captura de video tomada de las imágenes difundidas por Telesur que muestra al periodista francés Roméo Langlois en el momento de su liberación.
EFE
Captura de video tomada de las imágenes difundidas por Telesur que muestra al periodista francés Roméo Langlois en el momento de su liberación.

La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha entregado este miércoles al periodista Roméo Langlois a la misión humanitaria encabezada por la exsenadora Piedad Córdoba, poniendo fin a un mes y dos días de cautiverio. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también lo ha confirmado a través de su portavoz en Colombia, María Cristina Rivera.

La liberación del periodista francés no estuvo exenta de polémica ya que se dio en medio de un gran acto de propaganda guerrillera, ofensas del expresidente Álvaro Uribe contra el reportero y el silencio del Gobierno colombiano.

Langlois se dirigió a la tarima instalada en la remota aldea de San Isidro, donde le esperaba la misión, confirmada por el emisario del Gobierno francés, Jean-Baptiste Chauvin; la exsenadora colombiana Piedad Córdoba; y el delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jordi Raich.

En sus primeras palabras a Telesur, el reportero francés, que fue hecho cautivo el 28 de abril, dijo que había sido bien tratado por las FARC durante este tiempo. "Nunca me han amarrado, me han tratado como un invitado, me han dado buena comida con lo que tenían, han sido muy respetuosos", afirmó.

Langlois justificó su presencia con el Ejército en el momento de su secuestro en que "el trabajo de uno, como periodista, es cubrir todas las partes del conflicto". Y despejó las dudas sobre el operativo policial y militar en el que se vio involucrado, al detallar que el laboratorio de drogas destruido en aquella acción era "pequeño y modesto", lo que contradijo la versión del Ejército que aseguraba que se trataba de una operación antidroga más importante. "Era un pequeño laboratorio que la gente utiliza acá para sobrevivir", detalló.

Langlois también aseveró que no necesitaba "esta experiencia para conocer bien el conflicto ni la guerrilla", y agregó: "Lo que me queda es que hay que seguir cubriendo el conflicto". Asimismo censuró que "se haya hecho mucha política" con su caso y expresó el deseo de que tanto el Ejército como las FARC sigan llevando periodistas a las zonas de conflicto, ya que es la única forma de que se conozca la realidad que vive Colombia.

Langlois pone el dedo en la llaga

En sus primeras declraciones, Langlois se quejó de que su secuestro se hubiera convertido en una excusa política.

"Se impuso una vez más la política sobre las cuestiones humanitarias y eso es algo que se ha hablado muchas veces de parte de la guerrilla y también del Gobierno y la Fuerza Pública. Yo no señalo a nadie particularmente, pero esto pasa una vez más", dijo.

"Son pobres matándose entre pobres, es supremamente trágico, lleva esto 40 años, buenos y malos no hay, a veces la prensa y el Gobierno ha logrado vender imágenes distorsionadas, pero cuando uno viene a estas zonas ve que la realidad es más compleja", continuó.

Y mientras transcurrían estos acontecimientos en la lejana aldea del sur de Colombia, el expresidente Uribe sorprendió desde Lima con el envío de dos mensajes ofensivos contra Langlois a través de su cuenta de twitter.

"Langlois: Una cosa es la curiosidad del periodista y otra la identificación con el terrorismo", dijo en el primer mensaje, para después volver a trinar: "Langlois, qué hacía en Colombia, qué relación tenía con Farc? Algunos conocimos que usted sabe engañar".

"No tengo que responder nada, me parece otra falta, como mi secuestro fue una falta de mal gusto, ésta es otra de mal gusto", afirmó Langlois cuando le preguntaron por esas ofensas.

"Creo que dice eso porque una vez le hice una pregunta, no le gustó y no me quiso contestar, fue la única vez que me pude acercar a él en ocho años, después de pedirlo oficialmente. La pregunta no le gustó", aclaró.

Secuestrado hace un mes

El corresponsal del canal de televisión France 24 y del diario Le Figaró, que ha trabajado 12 años en Colombia, fue secuestrado el 28 de abril cuando acompañaba a un contingente de militares y policías en una operación antidrogas y se toparon con una ofensiva guerrillera, en la que perdieron la vida varios miembros de la fuerza pública y el periodista además resultó herido.

Tras un mes secuestrado, el domingo pasado, la guerrilla anunció la liberación para este miércoles, pero pusieron como condición que la misión estuviera integrada por estas personas, incluido un emisario del presidente francés, Francois Hollande.

Chauvin, alto funcionario del Ministerio francés de Exteriores, declaró antes de la liberación de Langlois que el único deseo del Gobierno de su país es que Langlois "pueda reunirse lo antes posible con sus familiares y empezar de nuevo su labor periodística".

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