Günter Grass se defiende de las críticas e invita a leer su libro para saber más

Las claves:
  • "El que quiera juzgarme que me juzgue, todo está en el libro".
  • La editorial adelanta 15 días el lanzamiento de "Pelando la cebolla".
  • Agrupaciones judías acusan al escritor de utilizar su pasado para publicitar su libro.
  • Existía documentación no reservada sobre la vinculación de Grass a las SS.
El Nobel de Literatura alemán Günter Grass confiesa su paso por las SS. (Christof Stache /AP Photo)
El Nobel de Literatura alemán Günter Grass confiesa su paso por las SS. (Christof Stache /AP Photo)
Christof Stache /AP Photo
El Nobel de Literatura alemán Günter Grass confiesa su paso por las SS. (Christof Stache /AP Photo)

El escritor alemán Günter Grass no tiene intención de dejarse influenciar por las críticas que ha suscitado la confesión de que pertenció a las SS alemanas en su juventud .

"Aquellos que quieran juzgarme que me juzguen", ha dicho el Premio Nobel, quien ha afirmado que la corta estancia en la que sirvió en los servicios secretos nazis le ha marcado para siempre.

Elmundo.es recoge hoy sus declaraciones al canal de televisión ADR en las que Grass reprocha que ahora todo el mundo intente hacer de él "una persona non grata" y que pongan en duda" todo lo que hizo en su vida "a partir de eso".

Sospechas

La cuestión es que la revelación de este secreto, además de las críticas, ha despertado muchos recelos.

De hecho, el Consejo Central de los Judíos de Alemania ve en la confesión de Grass acerca de su paso por las Waffen-SS una campaña publicitaria para promocionar su autobiografía, cuya editorial ha anunciado hoy que la va a poner a la venta antes de lo previsto.

"El hecho de que esa tardía confesión se produzca a punto de aparecer su último libro hace suponer que es una medida publicitaria para la obra", declaró la presidenta del Consejo, Charlotte Knobloch, al diario online Netzeitung.

El revuelo mediático adelanta la salida de la autobiografía

La editorial de Günter Grass dio luz verde hoy a la venta de la autobiografía del escritor alemán, quince días antes de lo previsto y ante el revuelo mediático desatado por su tardía confesión de que estuvo en las Waffen-SS.

"Beim Haeuten der Zwiebel" (que según fuentes del entorno editorial se titulará en español "Pelando la cebolla"), el libro del que toda Alemania habla desde la semana pasada, está así ya a disposición del lector, mientras radios y televisiones confeccionan programas especiales sobre el caso.

La edición es de 150.000 ejemplares -ni más ni menos que los previstos, según aclaró la editorial Steidl- y con ella el capítulo en que el premio Nobel de Literatura y Príncipe de Asturias de las Letras 1999 cuenta su paso por las Waffen-SS.

Se cumple así el deseo de Grass de que el lector pueda juzgar por sí mismo lo que ocupa unas pocas páginas de las 480 -incluidas ilustraciones- del libro.

La clave, en el libro

En el capítulo "Wie ich das Fürchten lernte" (literalmente, "Cómo aprendí el miedo"), Grass cuenta cómo llegó en tren a Dresde, donde le comunicaron que se formaría en la división acorazada Frundsberg, de las Waffen-SS, y no en un submarino, como él había querido.

"La doble runa (SS) en los uniformes no me pareció chocante", escribe, para explicar: "Lo que en mi juventud acepté con orgullo estúpido, quise ocultarlo después de la guerra por una vergüenza que nació después".

Grass indica que entonces veía a las Waffen-SS como "un cuerpo de elite" e ignoraba sus atroces crímenes de guerra.

Aunque él no participó en esos crímenes, "está claro que con esto tendré que vivir el resto de mis días", añade Grass respecto al hecho se haber servido en ese cuerpo militar nazi.

Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando vio las fotos y filmaciones de "las montañas de cadáveres y los hornos" de los campos de concentración creyó que se trataba de propaganda estadounidense, convencido de que "los alemanes no hacen eso".

El capítulo de Grass en las Waffen-SS, a las que llegó con 17 años, estuvo unos meses y no llegó a disparar un solo tiro, no se habría convertido en fenómeno mediático, de no ser porque el autor de "El tambor de hojalata" es desde hace décadas la conciencia crítica de Alemania.

Pero ya existía documentación previa...

Sin embargo, lo chocante del caso es que, en rigor, ni siquiera se trataría de una revelación: Der Spiegel encontró dos documentos de 1945 y 1946 en los que consta que el joven Grass declaró, como prisionero de guerra de EEUU, haber sido soldado de la división Frundsberg.

Grass salió del campamento de prisioneros en abril de 1946, tras 134 días de trabajo y con un sueldo de 107,2 dólares.

Los documentos con esas declaraciones no estaban ocultos, sino que se conservan en la Oficina de Información del Ejército alemán, en Berlín, abierta a quien quiera consultarle.

Su responsable, Peter Gerhardt, explicó hoy a la agencia DPA que la única petición de consulta se recibió, trece años atrás, a petición de un fondo de pensiones que quería comprobar unos datos.

Con ello salía al paso de los rumores de que Grass se había decidido a contarlo ahora ante el temor de que otro lo sacase a la luz, lo que habría sido un escándalo aún mayor.

Günter, ¿por qué ahora?

"No lo hice y tengo que vivir con eso", se ha excusado Grass por su parte.

El escritor dejó claro lo que hay que hacer...

"Lo único que puedo decir es que yo trabajé en esa pregunta en este libro y todo lo que tengo que decir sobre el tema esta en él".

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