La épica de Coldplay vuelve a Madrid en su primer concierto de gran estadio

  • Apenas seis meses después de su anterior cita en la plaza de Las Ventas.
  • Irreconocibles para los fans de sus primeros discos, el grupo continúa fiel a su giro apoteósico: fuegos artificiales, confeti, láseres y balones gigantes.
  • El concierto incluyó un dueto con la cantante Riahnna, que apareció en las pantallas caracterizada de geisha.
Chris Martin, de Coldplay, eufórico
Chris Martin, de Coldplay, eufórico
Chris Martin, de Coldplay, eufórico

Como en Las Ventas, pero más galáctico. Coldplay ha ofrecido este domingo en el colosal Vicente Calderón su primer y auténtico concierto de estadio en Madrid, apenas seis meses después de su anterior cita en la plaza de toros de la capital para presentar al mundo —vía Internet— su último disco, Mylo Xyloto.

También entonces la lluvia estuvo a punto de arruinarles la noche. Lo que entonces se quedó en un suave txirimiri, se ha convertido una hora antes del concierto en una lluvia torrencial que ha hecho temer a muchos por su cancelación.

En el escenario, cuatro grandes pantallas en forma de ojos de buey y un inmenso fondo de coloridos graffitis, (de acuerdo con el leit-motiv urbano de su quinto disco), al servicio de  una banda que ha vendido más de 50 millones de copias.

La catarsis llegó de la mano de temas como Fix You, cuyo místico arranque de órgano eclesiástico se propulsa hacia una vorágine festiva, una de las muchas de la noche. Atrás quedan Las Ventas, el Palacio de los Deportes, Vistalegre o, sobre todo, sus noches en Pachá.

Fuegos artificiales, confeti, láseres, balones gigantes botando entre la multitud... El cuarteto británico, que inició su carrera a mediados de los años 90, ha dado el salto a su primer gran estadio madrileño, repitiendo la estrategia de noviembre y multiplicando los añadidos extramusicales para adaptarlos al nuevo foro.

Nuevo llenazo para una apoteósis pop

"¿Hay alguien ahí?", preguntaba el cantante Chris Martin, tras epatar en el arranque con Hurts Like Heaven y un mar de luces de colores a las más de 50.000 personas presentes, la mitad de las cuales compraron sus entradas unas pocas horas después de su salida a la venta en enero, muy poco después de llenar también Las Ventas.

Así se han sucedido In my place, de A Rush of Blood To the Head (2002), Major Minus, de Mylo Xyloto (2011), o Lovers in Japan, de Viva la Vida (2008), una de las pequeñas variaciones en el repertorio, junto a la inclusión de Warning Sing y la reciente Pricess of China, el dueto junto a una Rihanna, que ha aparecido en las pantallas caracterizada de geisha.

"Estamos muy felices de estar aquí esta noche en esta bella ciudad", ha dicho Martin en español, regalando aún más los oídos de los presentes, que han alcanzado un éxtasis emocional con The Scientist y Yellow, su primer single, lanzado en el 2000, cuando su global éxito aún no generaba tanto resquemor.

"Nos apasiona tocar grandes canciones en grandes escenarios", reconocieron en una entrevista, una sentencia que se ha hecho buena esta noche al soltar el que es probablemente su gran éxito planetario, Viva la vida, con su estribillo épico concebido para dejar afónica a la multitud entre tanto "uoooh" y a Martin tirado por los suelos, en señal de extenuación.

Para abundar en este estado de euforia, han proseguido con Paradise y Charlie Brown, con la que han reaparecido las brillantes pulseras de colores del inicio. Poco después los británicos ofrecieron un set acústico compuesto por Us Against The World y Speed of Sound, que han ofrecido el contrapunto idóneo para la última descarga de energía.

Ésta ha llegado con el mismo final que compusieron para Las Ventas: ClocksFix YouEvery Teardrop Is a Waterfall, entre nuevas explosiones de fuegos artificiales.

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