España ofreció ayer el envío de varios policías para identificar a los 51 inmigrantes que el pesquero español Francisco y Catalina acogió a bordo el pasado viernes. La embarcación se encuentra en aguas de Malta a la espera de una respuesta de las autoridades, ya que este país se niega a recogerles sin identificar y varias ONG abogan porque sea España quien se haga cargo. «¿Qué teníamos que hacer, dejar que se ahogaran?», se cuestionaba el patrón, José Durá.
Ambos países trabajan de forma conjunta para que Libia, en cuyas aguas se encontraba la patera (procedente de Eritrea) cuando fueron rescatados, los acepte, según informó en Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.
La situación cada vez se hace más compleja dentro del pesquero, y los alimentos son insuficientes para los subsaharianos, entre los que se encuentra un bebé.
Oleada a Canarias
Cerca de 289 indocumentados alcanzaron ayer las Islas Canarias a bordo de cuatro cayucos: dos a Tenerife, uno a La Gomera y otro a Fuerteventura. Además, en Málaga fue interceptada una patera con otros 28 inmigrantes.
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