El Festival de Fotografía Mediterránea (PhotoMed), uno de los certámenes jóvenes del panorama europeo —este año celebra la segunda edición— concentra en la programación un amplio panorama de artistas de Marruecos, país al que está dedicado el certamen de 2012. Habrá exposiciones de clásicos de la fotografía del país norteafricano y una selección de pujantes nuevos valores que nunca habían expuesto en Europa.

PhotoMed, que tiene la sede en la localidad de Sanary-Sur-Mer de la Costa Azul francesa, quiere ser un festival de "descubrimientos y redescubrimientos", según señala el director artístico del certamen, Jean-Luc Monterosso, también director de la Maisson Européene de La Photographie de París. El lema del festival, que se celebra entre el 24 de mayo y el 17 de junio, es este año La imaginación del viaje.

Relativamente poco conocida en Europa, la fotografía de Marruecos será la gran protagonista de la edición. Seleccionado por Mouna Mekouar, el elenco de artistas del país norteafricano que presentará PhotoMed ofrece "un viaje de convivencia de lo cercano y lo lejano, lo privado y la

público, lo íntimo y lo desconocido", señala la comisaria.

Junto a figuras emblemáticas como Daoud Aoulad-Syad, director de cine y documentalista que ha reunido una serie de fotos muy poéticas y en blanco y negro, se exhibirán por primera vez del lado de aquí del Mediterráneo las obras de jóvenes artistas como Mehdi Chafik, Yasmine Laraqui y Halloubi Amza. El panorama se completa con fotos de Hassan Hajjaj, Leila Sadel, Khalil Nemmaoui y Laila Hida.

El fotógrafo invitado de honor de este año será el italiano establecido en Inglaterra Massimo Vitali, que presentará una serie sobre el Mediterráneo muy influida por la escuela alemana de la nueva objetividad fotográfica. Tambiñen está anunciada una exposición del español Joan Fontcuberta sobre el descubrimiento de un fósil hundido frente a las aguas de Sanary-Sur-Mer.

El apartado clásico corresponde a dos retrospectivas. Una dedicada a Walter Carone, un fotoperiodista de la revista Paris-Match que se hizo famoso como paparazzi en el Festival de Cannes pero que cultivó un estilo relajado y tranquilo, muy distante de la agresividad de sus compañeros de gremio, y otra a Jacques Henri Lartigue, el primer mago del movimiento.