Como reconoce Xosé Manuel Cid, decano de la facultad de Educación de la Universidad de Vigo «hoy en día la mayor parte de los padres trabaja y no puede atender a los niños toda la tarde». Esta situación ha obligado a las Asociaciones de Padres de los diferentes centros a programar actividades alternativas para que los niños no se queden solos.

Según el presidente de la Federación de Padres, Julio Melero, «ahora tenemos que programar actividades extraescolares y habilitar comedores, con lo que los niños siguen pasando el mismo tiempo en los centros».

De esta manera se pierden los momentos de convivencia con los padres, esenciales para la educación. Según Cid, «la formación no son sólo horas de clase, el estar con los padres es fundamental». Para una educación integral, el personal docente insiste en recordar que «estar con los progenitores, por lo menos a la hora de la comida, ayuda al crecimiento afectivo del menor».

Horario mal repartido

La jornada única no supone una menor carga de trabajo, según señalan tanto profesores como padres. De hecho, las cinco horas de clase se concentran sólo por la mañana con lo que los niños llegan más cansados a mediodía. Normalmente, sólo tienen un descanso de media hora, cuando los pedagogos recomiendan dos descansos de entre 20 y 30 minutos.

Qué hacer

Repaso: Como mucho, dos horas más de estudio cada día. Deberán ser clases de apoyo para reforzar la labor de los profesores del colegio.

Música: Los instrumentos musicales ayudan a desarrollar el ritmo y favorecen el desarrollo intelectual de los niños.

Deporte: El ejercicio mejora el crecimiento. Para los niños mejor un deporte de equipo: fútbol, baloncesto...