Un detector de fuego producido por un conato de incendio, de duración inferior a diez minutos, en un equipo de seguridad, ha sido comunicado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) por el titular de guardia en la central nuclear de Cofrentes (Valencia).

El CSN ha informado en una nota de prensa de que esta comunicación ha seguido el procedimiento reglamentario y que "tras la intervención del personal de la central" se ha identificado la bobina de un interruptor quemado, correspondiente a un equipo auxiliar del generador diesel III.

"Todos los sistemas han actuado correctamente, y una vez confirmado el origen del suceso el titular está llevando a cabo las labores de reparación pertinentes", añade la nota del CSN.

Según el Consejo "este suceso no ha supuesto riesgo para las personas, los trabajadores, ni para el medio ambiente" y se ha clasificado "de forma preliminar" como nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).

El grupo ecologista Greenpeace ha pedido reiteradamente su cierre por considerarla un peligro.

Según los ecologistas, "la central nuclear de Cofrentes está en el final de su vida útil técnica, y su pésima experiencia operativa demuestra que no reúne las condiciones para continuar su funcionamiento más allá de 2011, año en que finaliza su permiso de explotación". Prolongar este permiso, afirmaron, sería "arriesgarnos demasiado y tirar el dinero", aseguraba el grupo ya en 2008.

Su licencia fue renovada el 10 de marzo de 2011, por lo que al menos estará operativa otros diez años. Precisamente el 10 de marzo fue el día anterior al terremoto en Fukushima, Japón, que desencadenó uno de los accidentes nucleares más graves de la historia.