Las mujeres asumen el 75% de esas tareas, más de cuatro horas al día cada una.

Son datos del estudio Las cuentas satélite del trabajo no remunerado en la Comunidad, de la catedrática de sociología Mª Ángeles Durán para el Gobierno regional.

Según el informe, presentado ayer en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander, el trabajo no remunerado supondría el 54,7% del Producto Interior Bruto de la región, con un valor monetario de 55.000 millones de euros.

Carga laboral y familiar

A pesar de la incorporación femenina al mercado laboral, las cifras demuestran que las mujeres todavía tienen que asumir una doble carga, laboral y familiar.

Los hombres, de momento, sólo desempeñan un 25% de las horas (1,36 al día) que demandan las tareas domésticas, especialmente en el cuidado de niños.

Edades y estado civil

Jóvenes: El 82% de las mujeres de 18 a 39 años dedican algo de tiempo a las tareas domésticas, por el 65% de los varones.

Mayores de 65 años: El 95% de las mujeres y el 73% de los hombres dedican unas 4,9 horas diarias a las tareas domésticas, especialmente al cuidado de los nietos.

Ayuda a dependientes: Crece de forma imparable. Los días laborables cerca del 4% de los hombres y del 5% de las mujeres prestan ayuda a las personas adultas que viven con ellos.

Estado civil: Los solteros dedican 1,89 horas en días laborables a las tareas domésticas, frente a las 2,81 de las mujeres. Los casados o en pareja emplean 2,87 horas a la semana en el trabajo del hogar, mientras que las mujeres dedican 6,38 horas al día. Las cuentas sólo se equilibran con los viudos: 4,24 horas diarias ellos y 4,61 ellas.

Redistribución de las tareas

El trabajo doméstico es parte esencial de la economía, tal y como demuestra el estudio de la Consejería de Empleo y Mujer. El reto ahora, según María Ángeles Durán, es la redistribución equitativa de ese tiempo entre hombre y mujeres. ¿Debe formar parte de la agenda política ese reparto? La profesora Durán es favorable a ello.

Charo Frontelo

Soltera, 26 años

"Mi padre tiene 57 años y hasta pone la lavadora. Hace de todo menos planchar: dice que no sabe, pero creo que es que no se ha puesto a ello. Mi madre trabaja fuera de casa, así que mi padre arrima el hombro. Yo también ayudo, aunque podría hacer más. El que no da ni un palo al agua es mi hermano".

Jorge Pérez

Casado, 55 años

"En casa soy un inútil total, no ayudo nada de nada. Mi mujer no trabaja fuera, pero dentro le echa mu-chas horas: atiende a mi padre, a nuestros dos hijos... Si yo intentase poner una lavadora me imagino que sabría, pero no puedo asegurarlo por falta de acción. Es una pena, pero ella se conforma".

Nuria Matey

Casada, 32 años

"En casa yo trabajo una o dos horas diarias. Mi pareja, una hora más o menos. Como no trabajo por las tardes, tengo más tiempo libre para hacer cosas, pero tampoco soy de las que están todo el día dándole a la bayeta. Él cocina, porque yo lo odio, y si le mando otras cosas las hace".

Silvia Beltrán

Soltera, 20 años

"Mi novio no sabe planchar y la lava-dora hay que explicársela muy a fondo. Pero cocina muy bien, se hace la cama y, cuando pasamos un fin de semana juntos, se preocupa de recoger: pone de su parte. Cuando nos casemos nos repartiremos las tareas; ya lo hemos hablado".