El Gobierno israelí aprobó el miércoles una serie de medidas para que el Ejército se adentre más en el territorio de Gaza e intensifique sus ataques contra objetivos de Hamás, entre ellos militantes y líderes de este partido.

Las medidas llegan un día después de que un misil disparado por milicianos palestinos impactara en un colegio de la ciudad hebrea de Ashkelón.

El Ejército ha recibido también luz verde para que las fuerzas israelíes avancen desde sus actuales posiciones en el norte y rodeen las ciudades principales para impedir la libertad de movimientos de milicianos.

"El objetivo de la operación, como se ha definido desde el comienzo, es y sigue siendo la de liberar al soldado secuestrado Guilad Shalit y de cesar los disparos de cohetes y proyectiles de mortero", reza un comunicado difundido por la Oficina de Prensa del Gobierno.

El documento hace especial mención a que el Ejército israelí continuará atacando objetivos de Hamás tanto en Gaza como en Cisjordania, con especial "énfasis a las instituciones e infraestructuras que sirven al terrorismo".

Presión sobre Siria

La nota especifica que la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, continuará ejerciendo presiones diplomáticas, a través de la comunidad internacional, sobre el Gobierno sirio para lograr la liberación de Shalit.

Israel acusa al jefe del buró político de Hamás en el exilio, Jaled Mashal, que reside en Damasco, de ser el cerebro de la operación en la que fue secuestrado el uniformado israelí.

'Lluvias de verano'

El Ejército hebreo inició hace diez días la operación "Lluvias de Verano" para dar con el paradero del soldado secuestrado.

Desde entonces tanques y blindados ocupan parte del sur y del norte de la franja de Gaza y la aviación y la artillería israelí han efectuado constantes ataques que han ocasionado la destrucción de infraestructuras, como puentes, plantas generadoras de electricidad o edificios gubernamentales palestinos.