Los residentes en España a 1 de enero de 2012 sumaban 47.212.990 personas, lo que supone un aumento de 22.497 ciudadanos respecto a un año antes, según datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE)

Del total de personas empadronadas en España el 12,1% son extranjeros, una décima menos que en 2010, que ya suman 5.711.040 personas en el padrón municipal. La cifra de personas extranjeras desciende por primera vez: 40.447 menos.

Las colonias foráneas más abundantes son las de rumanos (895.970, aumenta un 3,5%), marroquíes (783.137, crece el 1,2%), británicos (397.535, sube el 1,6%), ecuatorianos (306.380, cae el 15,1%) y colombianos (244.670, baja el 10,4%).

A lo largo de 2011 el número de españoles empadronados creció en 62.944 personas, el 0,2%, mientras que los extranjeros inscritos se redujeron en 40.447, el 0,7%.

Entre los extranjeros, los pertenecientes a las UE de los 27 aumentaron en 45.494 hasta las 2.440.852 personas, mientras que los ciudadanos no comunitarios se redujeron en 85.941 personas hasta los 3.270.188.

Según se refleja en el avance provisional del padrón municipal difundido por el INE, del total de personas empadronadas en España el 49,3% son hombres y el 50,7% mujeres.

Natascha Clausen, 31 años: Soy de Alemania, pero tengo la doble nacionalidad. Me vine a España en 2007 y ahora estoy trabajando como asesora en una empresa de marcas y patentes. Me vine por el clima y porque España es un país mucho más flexible que Alemania, y aquí tuve a mi niña (ahora tiene cuatro meses y medio). Su padre es argentino, pero también tiene la nacionalidad italiana, así que mi hija podría tener hasta cuatro nacionalidades. Ahora no te puedes parar a pensar cuál es el mejor momento para tener hijos, porque nunca hay uno que sea realmente oportuno. Yo querría tener más, pero de momento nada, ahora hay que mirar muchas cosas. De momento, me mantengo con ella. De cara a un futuro, me tendría que ir muy, muy mal para volverme a Alemania. A lo mejor, llegado el momento, si tuviera que irme de aquí, me iría a otro país, pero no volvería allí.

Javier Martín, 23 años: Trabajo en un gimnasio, así que me considero un privilegiado. Vivo con mis padres y me ayudan mucho porque, yo solo es imposible. Aún con la que está cayendo, pensar en tener que irse da vértigo.

Carmen Quiles, 19 años:Estudio interpretación de lengua de signos, pero el ámbito social es uno de los más castigados, con muy poco futuro. Mis padres me mantienen. Yo, a aguantar el tirón y a sacar ahorrillos.

Galo Sevilla, 45 años: Soy de Ecuador, llevo aquí 17 años (cuatro hijos), y desde hace cuatro meses estoy en el paro. Nunca me había visto así, y ahora cojo chatarra mientras saco adelante un restaurante. Si no sale, cogeré las maletas.

Francisco Robledo, 76 años: El jubilado parece que ya no tiene dónde caerse. Dependes de tus hijos: sufren ellos, sufres tú. Para nosotros, las medicinas son como la comida, y ahora... Hablo con mis amigos, y tienen los mismos temores.