Las asociaciones de ateos de Madrid han decidido desconvocar la manifestación que pretendían hacer este Jueves Santo y han acordado que recurrirán ante el Tribunal Constitucional (TC) la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de prohibir esta marcha por estar afectado su derecho de reunión y de libertad de expresión.

El presidente de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL), Luis Vega, explicó este martes que la suspensión se debe a las, a su juicio, amenazas claras" lanzadas por el jefe superior de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, y las "amenazas veladas" de la Delegación del Gobierno, que encabeza Cristina Cifuentes.

En la apertura de los actos de celebración de la Semana Santa de Palencia, Cosidó invitó a "defender la libertad religiosa" y las celebraciones de esta época como "dique de contención frente a las corrientes laicistas". Respecto a Cifuentes, AMAL advierte que en el propio escrito en el que denegaba la autorización para la marcha, advertía de la existencia de un "peligro real de incidentes" por la "seguridad" de que a la manifestación acudirían radicales.

"Entendemos que la policía está para evitar que haya contramanifestantes y cuando nos avisan de que los va a haber es que no lo van a evitar", consideró el presidente de AMAL en declaraciones a la agencia Europa Press. Por todo ello la asociación ha decidido trasladar la marcha, como ya ocurrió en 2011, a una fecha posterior a la Semana Santa, entre los días 20 y 27 de abril.

La prohibición de la marcha atea, que iba a dicurrir por el barrio de Lavapiés,  ha sido justificada por la Delegación del Gobierno en el "ánimo de provocación" que, aseguró, tiene el acto en unas fechas  "de especial significación para los católicos". El lema de la manifestación iba a ser 'No más privilegios: De mis impuestos, a las iglesias cero'.

Tras conocer que el acto quedaba desconvocado, la delegada del Gobierno en Madrid, calificó como positiva la decisión. "Si el Tribunal Constitucional decide otra cosa, lo cumpliré como la primera. Me parece bien que hayan decidido acatar la resolución del TSJM y que no se produce esta manifestación en una fecha tan significada como el Jueves Santo. Para muchos ciudadanos era una provocación y una ofensa y, lo que es más importante, hubiera generado un problema de orden público en Madrid", zanjó.