De la Revolución al trauma de la frontera con EE UU, fotos del siglo más vertiginoso de México

  • Una muestra reúne en 150 obras lo mejor de la fotografía en el país norteamericano.
  • Las fotos descubren los diferentes acercamientos a grandes temas y símbolos mexicanos, de los luchadores enmascarados a la emigración.
  • Extranjeros enamorados del país como Edward Weston o Tina Modotti abrieron las puertas de la fotografía artística a los autores mexicanos.
Uno de los luchadores enmascarados de la fotógrafa Lourdes Grobet, Ponzoña
Uno de los luchadores enmascarados de  la fotógrafa Lourdes Grobet, Ponzoña
San Francisco Museum of Modern Art - © Lourdes Grobet
Uno de los luchadores enmascarados de la fotógrafa Lourdes Grobet, Ponzoña

El arte de las fotos documentales de los años cincuenta, el interés por las menospreciadas culturas indígenas, la política y la vida de las grandes urbes, la violencia, la traumática frontera con Estados Unidos... Más allá de definir un estilo nacional, la exposición Photography in Mexico (Fotografía en México) considera la variedad de acercamientos y preocupaciones de los fotógrafos en un país distinguido por la revolución, los extremos, los símbolos y el color.

El Museo de Arte Moderno de San Francisco (Sfmoma), en Estados Unidos, conecta con la sensibilidad del país con una colección de las mejores fotografías tomadas en México -con artistas autóctonos y extranjeros- desde los años veinte hasta hoy. La exposición reúne más de 150 trabajos procedentes de la colección permanente del Sfmoma, que recientemente ha recibido donaciones privadas que se exponen por primera vez.

El término de la Revolución mexicana fue el inicio de la historia de amor entre el país y la fotografía. Artistas extranjeros como los estadounidenses Edward Weston, Tina Modotti y Paul Strand llegaron en 1923 atraídos por la cultura de un lugar ajeno y complejo, que acababa de sufrir un conflicto político y social que desembocó en guerra civil.

Inspirados por lo que les rodeaba, los recién llegados fotografiaron la energía del país y motivaron a  los fotógrafos mexicanos a explorar las capacidades artísticas del medio. La muestra cuenta con una gran selección de obras de este período, el comienzo de la carrera de uno de más importantes fotógrafos mexicanos: Manuel Álvarez Bravo, que plasmó con sensibilidad a un pueblo que trataba en aquellos años de  modernizarse y afirmar su identidad nacional.

El significado de ser mexicano

En las décadas que siguieron a la Revolución muchos fotorreporteros aplicaban su vocación artística a las imágenes que tomaban para las numerosas publicaciones ilustradas de la época. El interés por los estilos de vida tradicionales y la definición de lo que significaba ser mexicano provocaron a fotógrafos como Manuel Carrillo a documentar a la gente del pueblo. Otros como Héctor García y Rodrigo Moya rechazaban sin embargo ese acercamiento sentimental y enfocaron su trabajo hacia problemas sociales y políticos.

Los años sesenta y setenta fueron los del testimonio documental. Lourdes Grobet documentó la cultura de los luchadores enmascarados, Graciela Iturbide vivió entre indígenas, Pablo Ortiz Monasterio se sumergió en la pobreza y la miseria más crudas de México.

La globalización, el cambio del panorama social, la urbanización, la desigualdad... Los temas actuales se mezclan con la omnipresente frontera, que los fotógrafos amplían al paisaje más trágico. Los que viven el drama de intentar cruzarla y de haberla cruzado para encontrar la decepción son el tema de las obras de Elsa Medina, Paolo Pellegrin y Susan Meiselas que cierran una exposición que analiza el siglo más vertiginoso de un país que anhela la calma.

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