La Empresa Municipal de Transportes (EMT) y el Consorcio lo llaman "ajustes en la oferta de autobuses para adecuarse a la demanda". En cambio, los trabajadores y el PSOE municipal lo califican de "recortes en el servicio".

Más allá de las opiniones, lo cierto es que el Ayuntamiento de Madrid ha reducido el número de autobuses circulando por la capital, según un informe de la EMT al que ha tenido acceso 20 minutos. En enero de 2010, la empresa ponía en servicio 1.937 buses en un día laborable; mientras, a finales de 2011 solo salían de las cocheras 1.865 autocares al día.

En total, se redujeron 72 vehículos (un 3,71% menos), según el documento firmado por la propia Ana Botella en calidad de presidenta del consejo de administración de la EMT.

El motivo último de esta supresión de autobuses es obtener "un considerable ahorro en recursos económicos y energéticos", según defiende en el documento la empresa pública, que ha presupuestado un 10,7% menos en "gastos de consumo" para este año. También argumentan que estos "ajustes se aplican en justa y estudiada correlación con el descenso de la demanda", es decir, del número de viajeros.

Por su parte, el Consorcio (encargado de planificar la oferta de transporte en la región) explica que el material "se saca de cocheras en función de las necesidades, en ningún caso de forma indiscriminada; se ajustan las líneas con más holgura".

En Transportes no concretan cuáles son los itinerarios sacrificados. Pero los chóferes apuntan que la reducción se centra en las líneas periféricas: "La 174 (Plaza Castilla-Sanchinarro) y la 118 (Embajadores-La Peseta) son dos ejemplos, pero es algo generalizado. Te quitan un bus de aquí y otro de allá de forma paulatina", denuncia Juanjo Castañeda, secretario general de UGT en la EMT. "Para mantener la frecuencia y que los usuarios no noten los recortes, nos obligan a aumentar la velocidad del coche", añade Castañeda.

Pese a sacar menos buses a la calle, la empresa municipal asegura que "los índices de regularidad, frecuencia y velocidad han mejorado. Hay que descartar la idea de que ‘a más autobuses, mejor servicio’; la idea correcta es ‘a una mejor y más eficiente gestión, un mejor servicio’".

El Ayuntamiento publicó este lunes una encuesta en la que los viajeros otorgan un notable a la EMT: lo más valorado (con más de 7,5) es la información y la atención al usuario; lo peor (con un 6,6), es el servicio de transporte.

Sin embargo, la edil socialista Ruth Porta, miembro del consejo de la EMT, no confía en las explicaciones municipales: "Lo están sufriendo los ciudadanos, que ven que no se cumplen las frecuencias que figuran en las paradas, tienen que soportar mayores tiempos de espera y una mayor congestión durante el trayecto".

"Casi no cojo el bus porque tarda bastante". Vida Venancio, 35 años, usuaria de la línea 176. Vida utiliza en ocasiones la 176 para ir a Las Tablas, aunque si tiene prisa lo evita: "Prefiero el metro. Casi no cojo el autobús porque siempre tarda, a veces incluso 15 minutos más de lo que debería". Aunque entiende que no refuercen su línea: "No sé si merece la pena, suele ir vacío".

"Los buses van hasta arriba, cada vez más". Andrés Rosero, 20 años, usa la línea 67. Coge el bús entre Plaza de Castilla y Peñagrande (Fuencarral), pero reclama mejores frecuencias: "No estoy muy contento. Hay días que te toca esperar media hora. Y si es hora punta van hasta arriba, ahora están más saturados. Eso sí, los de la EMT van mejor que los interurbanos".