La Policía Nacional ha detenido a un matrimonio y a su hijo por presuntamente regentar un "supermercado" de armas en su casa y un trastero en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona).

Los arrestados presuntamente vendían por encargo a grupos criminales y narcotraficantes, que las usaban para ajustes de cuentas y amenazas a bandas rivales. En rueda de prensa, el inspector jefe de la policía judicial en Mataró, Luis Javier Prieto, ha valorado que se trata de una de las aprehensiones de arsenales "más importantes" realizadas en Cataluña, con 64 armas de fuego incautadas -entre ellas el arma de guerra Kalashnikov y revólveres- y 50.000 cartuchos.

El padre y el hijo eran aficionados del tiro olímpico y tenían conocimientos para alterar armas inhabilitadas que las armerías venden a coleccionistas, además de que obtenían las armas del mercado negro, que luego se vendían a precios que oscilaban entre los 3.000 y los 5.000 euros. El padre, de 60 años, y la mujer, de 55, ya habían sido detenidos en 2002 por delitos similares, y el hombre acabó en prisión cuatro años, aunque se presume que desde entonces la familia podría haber seguido con la venta de armas, aunque de manera más discreta.

Tenían un alto nivel de vida, con dos casas, dos aparcamientos y dos coches de lujo, aunque su única actividad legal era un pequeño quiosco de bebidas en la montaña de Montjuïc de Barcelona. En total, se han incautado 39 pistolas, 12 revólveres y 13 carabinas, además de la munición, de las marcas Browning, Star, Beretta, Walter, Luger, Peter Sthal, Colt, USP y Llama, así como Kalashnikov, Sten MK2, Vernei Carron, US Carabine y Thompson Submachine, entre otras, todo valorado en unos 400.000 euros.

En los registros en la vivienda y el trastero, que tenía una puerta blindada, se han incautado además de 98.000 euros, 626 dólares americanos y placas de policía falsas que usaban para poder evitar los controles y poder hacer "algún tipo de fuerza" ante sus compradores. La investigación parte del hallazgo de un arma modificada cuando se desarticuló el pasado verano una banda que se dedicaba a la venta de droga, los robos con fuerza y las estafas, una pista que hizo sospechar a la policía.

Ahora los investigadores deben analizar toda la documentación incautada para determinar si las armas intervenidas han sido utilizado previamente en la comisión de algún delito y para dar con posibles compradores de armas, muchos posiblemente también del extranjero.

Para publicitar la venta de armas, el matrimonio y el hijo, de 28 años -el único con permiso de armas- solamente necesitaban del 'boca a boca', y la compraventa siempre se hacía efectiva en la calle y lugares apartados pero nunca en el domicilio, donde tenían repartidas las armas en varias habitaciones. Las detenciones se realizaron el 15 de febrero tras meses de investigación y los tres arrestados ya están en prisión, ha explicado el inspector jefe, y les atribuyen un delito de tenencia ilícita de armas, munición y explosivos.