Aunque todos recuerdan que se están jugando su futuro, para la gran mayoría el primer contacto con la selectividad no fue tan difícil como durante todo el curso pronosticaron tanto ellos como sus profesores.

Son las 11.15 y de las aulas de la Facultad de Biología salen, a cuentagotas, los más rápidos. «¿Qué opción  has escogido?», pregunta una estudiante a su compañero mientras descarga la tensión con un resoplido.

A las 11.30 todos estaban fuera del aula. Con velocidad de relámpago acudían hacia sus profesores para corroborar las respuestas del examen. El paso más difícil ya lo habían dado. «No fue para tanto», aseguraba una estudiante del IES Val Miñor. Sin embargo, la «pesadilla» continúa hasta el viernes.

No hay nota mínima

Tal y como recuerdan desde la Comisión Interuniversitaria de Galicia, la universidad no exige notas mínimas para ninguna titulación. El límite viene determinado por el número de solicitudes respecto al número de plazas ofertadas. Así, la nota de corte será alta cuando la carrera tenga muchas solicitudes, pues se seleccionarán los que obtengan una mayor calificación. De este modo se establece la nota de corte, que varía cada año en función de la demanda.