Paco Martínez: "Casi se reían de mi moto, pero al final me gané el respeto de todos en el Dakar"

  • De Teruel y con 35 años, terminó el Dakar casi sin medios materiales.
  • Durante años, este piloto ha ahorrado y ha preparado su propia moto.
  • "No volveré porque no tengo dinero para repetir. Me ha costado 70.000 euros".
Paco Martínez, a la derecha.
Paco Martínez, a la derecha.
EFE
Paco Martínez, a la derecha.

Ahorró durante años, se preparó su propia moto e, incluso, se construyó un desierto al lado de casa para practicar en las dunas. Ese esfuerzo ha permitido a Paco Martínez terminar el Dakar 2012 casi sin medios materiales, una gesta al alcance de muy pocos.

¿Disputar el Dakar ha sido tan duro como pensaba?

Muchísimo más. Nunca imaginé que llegaríamos a 50 grados y mi moto no estaba preparada para esas temperaturas. En la cuarta etapa pensé que tenía que abandonar porque el agua de la moto se evaporaba enseguida. Suerte que los aficionados me dieron botellas para ir tirando, pero tuve que parar cada 30 kilómetros a llenar el depósito. Me abrasé las manos abriendo el tapón.

Pero al final llegó a la meta...

Sí, por los pelos, pero la moto aguantó y eso es un orgullo porque me la preparé yo solo. Aunque ahora creo que ya no tiene arreglo, está para tirarla a la basura.

¿Vivió momentos de peligro?

Me pegué un par de trompazos fuertes y también me caí a un río con la moto. Ahí lo pasé mal porque fue complicado sacarla del agua. Luego tuve que desmontarla enterita para secarla y perdí muchísimo tiempo. Llegué al campamento anocheciendo. ¡Encima ese día hacía frío y pillé un resfriado que me duró hasta la meta!

¿Le sirvió de algo el desierto casero que se hizo en su pueblo?

Fue clave porque me ayudó a ganar mucha técnica en las etapas de dunas. Le tenía pillado el tranquillo y disfruté mucho donde otros sufrían.

¿Conoció a Marc Coma o alguno de los grandes pilotos?

Sí. Al principio casi se reían de mi moto porque me la había preparado yo, pero poco a poco me fui ganando el respeto de todos. Marc Coma incluso se sentó un día a comer conmigo y me felicitó en la meta. Es un tío muy agradable.

¿Notó mucha diferencia entre las comodidades de los grandes y sus medios precarios?

La diferencia es abismal. Ellos duermen en cómodas camas dentro de los motorhome, que parecen hoteles. Algunos hasta tienen cámaras para respirar oxígeno puro. Yo llegaba tan cansado que ni siquiera montaba mi tienda y dormía al raso con un saco. En vez de oxígeno respiraba el polvo y las chispas de los mecánicos.

¿Y qué tal se come en el Dakar?

Al principio muy bien, pero luego cada vez peor. Siempre había pasta o ensalada; faltaba carne. También se echa de menos más bebida fresca porque solo te dan una consumición al día. ¡Y eso que pagamos 14.500 euros de inscripción!

¿Repetiría la experiencia?

No volveré porque no tengo dinero para repetir. Me ha costado 70.000 euros.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento