El economista y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc), Salvador Miranda Calderín, ha asegurado este viernes que la Reserva de Inversiones en Canarias (RIC) no es un "privilegio" pues se basa en cuestiones "históricas", y que su evolución debe adaptarse a los "nuevos tiempos" de la crisis económica.

Durante la presentación de su libro 'Manual de la RIC 2007-2013', ha situado el inicio de los problemas económicos de las islas en 2006, año en que se cierra una "etapa magnífica" para el archipiélago donde el compromiso de inversión de los empresarios canarios era de 2.500 millones de euros. Solo tres años después, en 2009, la cifra había bajado a 650 millones.

En su opinión, la crisis ha impedido que las empresas puedan dotar con fondos a la RIC, a lo que no ha ayudado tampoco la restricción en el crédito. No obstante, Miranda Calderín cree que uno de los principales problemas para su buena ejecución fue la reforma de 2006 que aumentó las restricciones normativas "y además en la antesala de la crisis". Asimismo, aseguró que la RIC está sujeta a una gran "conflictividad tributaria" hasta el punto de que el Tribunal Supremo (TS) ha reconocido que cualquier beneficio no sirve para dotar la Reserva.

Por eso, cree que ha llegado el momento de iniciar una reforma que elimine restricciones y también el "uso perverso" que han hecho algunos empresarios de este incentivo que ha hecho que la sociedad lo perciba como propio de "empresarios ricos". "Es el momento de hacer borrón y cuenta nueva", comentó.

En ese sentido, dijo que es el momento de "lavar la cara" y "socializar" la RIC de tal manera que los trabajadores por cuenta ajena puedan invertir ahí sus ahorros para deducir impuestos en la declaración de la renta. Afirmó que hay trabajadores que "ganan más que muchas empresas" y que esa medida debe incluirse en la reforma del Régimen Económico y Fiscal (REF) prevista para el periodo 2014-20.

Una obra "caída del cielo"

El magistrado del Tribunal Supremo Rafael Fernández, autor del prólogo del libro, aseguró que la obra llega "caída del cielo" por el momento de crisis económica que padece Canarias, y reconoció las "discrepancias" que ha habido en la interpretación de la ejecución de la RIC.

En su opinión, el manual es un texto "vital" porque reconoce que la RIC "no encaja en tiempos de crisis", y dijo que no hay que "eliminarla" sino complementarla con otras medidas específicas que permitan a las empresas canarias abaratar sus costes. Incluso, recomendó al Gobierno regional o al Parlamento que diseñan una comisión que dirija la futura reforma tomando como base la obra de Miranda Calderín.