De la organización de las clases se encargarán los propios profesores del centro, que recibirán formación y materiales adicionales para sacar el mayor partido posible a la enseñanza del español.

En total, cada alumno recibirá ocho horas semanales de clase y el resto del tiempo lo dedicará a la enseñanza regular. Los profesores serán los encargados de decidir el momento en el que un alumno ha adquirido las competencias lingüísticas suficientes para continuar su proceso de aprendizaje junto al resto de sus compañeros.

La enseñanza del idioma se completará con la implantación de una tutoría específica desempeñada por el profesor de español, que servirá para valorar y atender al alumno de forma más personal.

Enseñanza básica

El objetivo principal de las clases de español será dotar al estudiante de las herramientas lingüísticas suficientes para interpretar la vida y desenvolverse con soltura. Los profesores les enseñarán los horarios y el funcionamiento de los diferentes servicios (hacer la compra, coger el autobús o hacer una pregunta) y después se centrarán en los aspectos que permitan al alumno utilizar el lenguaje en sus tareas diarias de aprendizaje, como los deberes, las clases o los exámenes.

El programa de las aulas de español arrancará el próximo curso en los institutos que lo necesiten. Para ello, es necesario que tengan un mínimo de seis alumnos inmigrantes que desconozcan el español.

Facilitar la integración del alumno

Uno de los objetivos de las nuevas clases de español es facilitar la vida de los estudiantes, de forma que ganen autonomía y puedan integrarse con el resto de sus compañeros. Los responsables del programa se encargarán también de aconsejar a las familias inmigrantes que lo necesiten para que se incorporen a las clases extraescolares de refuerzo de español. Los profesores también deberán atender al desarrollo afectivo y social de los alumnos que participen en este programa.