La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 25 años de cárcel al hombre de 76 años que en agosto de 2010 mató a tiros a una mujer durante una riña de tráfico, en el distrito de Ciudad Lineal, y después disparó contra su marido.

En la sentencia, la sección 15 del tribunal madrileño ha considerado a Ángel O.S. autor de un delito de asesinato, otro de homicidio en grado de tentativa y un tercer delito de tenencia ilícita de armas.

Además, deberá indemnizar con 120.000 euros al viudo y con otros 120.000 euros a cada uno de los dos hijos que la fallecida, María Luisa S.M., de 54 años, tuvo en un anterior matrimonio.

La pena ha sido menor a la solicitada por la Fiscalía en el juicio, celebrado el pasado noviembre, ya que elevó a 43 años y medio de cárcel su petición de pena, y a la de la acusación particular, que pidió 82 años y medio de prisión.

María Luisa S.M. "no tuvo oportunidad efectiva de esquivar y protegerse de ese disparo, pues ignoraba por completo que el acusado estuviera armado y el empleo del arma resultó manifiestamente imprevisto e incongruente en el contexto de una discusión verbal en la que ni tan siquiera había habido agresión física", dice la sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada Ana Revuelta.

Los hechos considerados probados ocurrieron sobre las 18:00 horas del 20 de agosto de 2010, cuando Ángel O.S. estaba conduciendo por la calle Arriaga de Madrid y al llegar a la confluencia con la calle Francisco Villaespesa se detuvo, sin causa aparente que lo justificara.

El conductor que le seguía, Abdou L., le tocó el claxon varias veces, momento en que el procesado hizo un giro a la izquierda y el primero de ellos puso su vehículo en paralelo con el segundo. Se inició una discusión entre ambos conductores y, tras circular unos metros, Abdou L. detuvo su vehículo y salió junto a su mujer, María Luisa S.M., e intercambiaron insultos con el otro conductor, que también había abandonado su automóvil.

Cuando parecía concluido "el incidente", sigue la sentencia, el acusado dijo algo en voz alta que molestó a la mujer, que se dirigió de nuevo al coche del conductor, le golpeó en su ventanilla e intentó abrir la puerta del vehículo, momento en que el acusado salió portando una pistola y disparando al pecho de la víctima.

Después, al observar que Abdou iba en auxilio de su mujer, el acusado apuntó el arma hacia él, efectuando un disparo que no llegó a alcanzarle.

Los jueces han señalado que no ha resultado acreditado que el procesado dirigiera disparo alguno contra otros tres testigos de los hechos, tal y como aseguraron ellos mismos durante la vista.

El acusado aseguró en el juicio que había comprado el arma hacía años cuando vivía en Sudáfrica, que no sabía por qué ese día la llevaba en el coche, y que disparó a la mujer porque suponía que se "volvió loco" al ser increpado por ella y su marido. En su turno de última palabra destacó que "la culpa" de lo ocurrido la había tenido el marido de la víctima porque si él no le hubiera atacado, "no habría pasado nada".