El porcentaje de gallegos que considera que la emigración es positiva para la economía de la comunidad ha caído casi a la mitad, al pasar del 64% en 2010 al 34% en 2011, según los resultados del segundo 'Barómetro da Inmigración', que muestra también que crece el número de los que opinan que los inmigrantes colapsan los servicios sanitarios, al pasar del 8% al 11%.

El estudio ha sido presentado este martes por el secretario xeral da Emigración, Santiago Camba, y el subdirector de Retorno e da Inmigración, Antonio Aguarón, quienes han destacado que el barómetro incluye este año el resultado de entrevistas realizadas también a gallegos en el extranjero. El 22% se plantea retornar de forma definitiva a Galicia, fundamentalmente para vivir en su lugar de origen tras su jubilación; mientras que la mitad piensa en volver temporalmente.

Camba ha avanzado que la Xunta ultima el anteproyecto de ley del retorno, que está siendo analizada por la Asesoría Xurídica y "pronto" entrará en el Parlamento de Galicia. Aguarón ha explicado, por su parte, que el nuevo texto legal definirá el concepto de ciudadano gallego retornado y los plazos para considerarlo como tal. También distinguirá los retornos temporales y la situación de los descendientes de los gallegos en la diáspora.

El secretario xeral da Emigración ha explicado, sobre los gallegos que abandonan Galicia en la actualidad, que el Gobierno gallego no dispone de "datos fiables", pero ha sostenido que no son "cifras significativas". En este sentido, ha indicado que "muchos salen a formarse" una vez terminada su etapa de estudios y eso "puede llevar a confusión" y a que se identifique a jóvenes "en periodo de formación" con jóvenes que emigran.

"Lo que no se ve —ha continuado Camba— es emigración gallega a Latinoamérica". Sin embargo, uno de los efectos de la crisis ha sido que parte de los inmigrantes que vinieron a Galicia en los últimos años han vuelto a sus países de origen. Se trata, sobre todo, de hijos y nietos de gallegos que en su día emigraron y que, con las crisis vividas en lugares como Argentina, se decidieron a viajar a Galicia.

La otra consecuencia de la crisis es que en el último año se ha producido "un descenso importante" de los inmigrantes que se establecen en Galicia. El balance es que se han incorporado 4.000 personas, pero se han ido 6.000 y la población inmigrante en Galicia se sitúa en torno a 110.000.

Los gallegos creen que las normas son tolerantes

Una pregunta que se ha introducido como novedad muestra que los gallegos creen (un 47% lo ha dicho así) que los inmigrantes tienen más derechos que ellos mismos. La percepción del fenómeno es distinta entre extranjeros y naturales de Galicia cuando se les pregunta por si la inmigración es positiva para el desarrollo de un país. Los primeros creen que sí en un 71%; frente a los segundos, que apoyan la afirmación en un 39% de los casos.

Están de acuerdo en que la presencia de niños inmigrantes no retrasa el normal funcionamiento de las aulas, puesto que sólo un 4% de extranjeros y un 6% de españoles ha considerado que sí es un inconveniente. Respecto a la violencia de género, el 22% de los inmigrantes cree que las mujeres extranjeras la sufren más, frente al 18% de españoles que opina lo mismo.

El 47% de los gallegos encuestados ha considerado que las normas para regularizar a los inmigrantes son "tolerantes", frente al 13% de los extranjeros que tiene esta visión. Coincide el porcentaje en ambos casos (un 33%) de los que opinan que las leyes son adecuadas.

Mientras los españoles opinan en su mayoría (el 44%) que el factor determinante para la legalización debe ser que los inmigrantes tengan trabajo, éstos creen que debe bastar con la residencia. Un 28% está a favor de una regularización automática.

El trato

Además, el 41% de los inmigrantes se ve "bastante" integrado en la sociedad gallega, aunque un 57% de los gallegos creen lo están "poco".

Con respecto al trato que los encuestados creen que reciben los inmigrantes en Galicia, el 57% de los españoles lo ha calificado de amable; el 49% de tolerante y el 44% de desconfiado. Los extranjeros se han decantado en un 41% de los casos por considerarlo desconfiado; en un 31%, amable; y en un 27%, indiferente.

Los gallegos muestran un año más una percepción de la tasa de inmigración que no se corresponde con la realidad. Un 60% cree que es entre alta y muy alta y el 38% opina que es más elevada que en España. El 76% de los inmigrantes, sin embargo, indica que es más baja que en el resto del Estado. UN 2%

Ve la presencia de extranjeros "excesiva"

Además, Camba ha destacado que un 2% de los españoles encuestados han calificado de "excesiva" —un término con "connotación negativa importante", según el estudio— la presencia de inmigrantes en Galicia, lejos, ha dicho, de los registros de otros lugares de España.

Otra de las conclusiones del barómetro es que el 88% de los extranjeros tiene relación con algún español y el 57% de los españoles dice tener trato con algún inmigrante. Los motivos suelen ser que coinciden en el trabajo o tienen amistades en común. El 38% de los extranjeros cree que la relación ha mejorado, mientras que un 22% la ven peor que en 2010.

Para elaborar el barómetro se realizaron, entre julio y septiembre de 2011, 1.912 entrevistas telefónicas y presenciales a ciudadanos tanto españoles como extranjeros. En concreto, 798 de los encuestados son españoles residentes en Galicia, 801 son extranjeros que viven en la comunidad y 313 son gallegos instalados en el extranjero.