Los resultados globales del trabajo, que analizó la calidad y limpieza del agua y la arena e hizo un exhaustivo inventario de los servicios más comunes, son "satisfactorios", afirma en una nota la OCU, que opina que la inversión realizada durante los últimos años en el cuidado de las costas se ha dejado notar.

29 intachables

En 29 de las 80 playas inspeccionadas, la calidad del agua "es intachable y en otras 28 se puede clasificar de buena".

No obstante, persisten algunos problemas: hay doce playas cuyas aguas eran deficientes el día en que se tomaron las muestras (debido a problemas de higiene, exceso de algas y presencia de medusas).

Añade que "no se encontraron metales pesados ni restos excesivos de alquitrán".

Buena limpieza, en general

El estado de mantenimiento y limpieza general observado es bueno en la gran mayoría (sólo hay siete cuya arena está sucia).

"La cantidad de papeleras, duchas y lavapiés es satisfactoria", especifica el informe.

Además, "los Ayuntamientos se toman cada vez más en serio el acceso para minusválidos, aunque se podría mejorar en 17 casos", continúa.

Seguridad garantizada, casi siempre

"La seguridad está garantizada casi siempre por socorristas, si bien el número de efectivos es insuficiente en algunas playas", especifica el informe.

Por otro lado, "hay un 15% de playas mal calificadas, lo que pone de manifiesto la necesidad de seguir actuando en varios frentes, sobre todo para evitar los problemas de higiene".

Nueva directiva

El Gobierno español debe, además, trasponer una nueva directiva europea sobre esta materia que podría reforzar el control de las aguas de baño, pero la OCU considera que la redacción actual de esta norma no garantiza suficientemente la protección de los usuarios.

A su juicio, dicha redacción no obliga a controlar la presencia de contaminantes químicos, los requisitos higiénicos son muy laxos; no impone la realización de estudios analíticos cuando visiblemente se detecten plásticos, vidrios, etcétera.

Y además, agrega, se consagra la denominada "contaminación puntual", de modo que "queda abierta la puerta para que cualquier mal resultado en los análisis pueda ser considerado como un incidente aislado con relevancia y no se actúe en la búsqueda de la fuente de contaminación".

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