"En un agujero en el suelo vivía un hobbit". Con estas sencillas palabras, el profesor J. R. R. Tolkien iniciaba un relato sin ambición, un cuento ideado para entretener a sus hijos. La exitosa acogida de la publicación de El Hobbit (1937) le llevó a escribir una secuela, El señor de los anillos, que hizo aún más grande la Tierra Media.

Así comenzaba un mito que ha traspasado fronteras y ha batido récords, y que en diciembre de 2001 el director Peter Jackson elevaría a una escala aún más épica. El mes que viene se celebra el décimo aniversario del inicio de la saga cinematográfica, y publicaciones como Empire ya lo celebran en su número de noviembre reuniendo a los cuatro hobbits protagonistas de El señor de los anillos diez años después.

Más calvos, barbudos y canosos, Elijah Wood y compañía brindan por la aventura que les dio la fama y saborean los adelantos de El Hobbit: un viaje inesperado, primera entrega (de dos) que se estrenará en diciembre del año próximo. Tras superar litigios, bancarrotas, huelgas, fuegos y una operación de úlcera, Peter Jackson rueda en Nueva Zelanda a velocidad de crucero. La nueva entrega, filmada en 3D, promete superar a sus predecesoras en espectacularidad.

La trama retrocede 60 años respecto a los hechos narrados en El señor de los anillos para contarnos la juventud de Bilbo Bolsón y su aventura junto a Gandalf y trece enanos para recuperar el tesoro que custodia el dragón Smaug.

Ian Holm, que encarnaba al viejo Bilbo en la trilogía, estará de nuevo en El Hobbit, pero no como protagonista, sino acompañando a Elijah Wood (Frodo) en una suerte de flashforward. Para el papel del joven Bilbo sonaron nombres como Daniel Radcliffe, Shia LaBeouf y James McAvoy, pero el elegido fue Martin Freeman, el peculiar Watson de Sherlock, la moderna adaptación de la BBC. Benedict Cumberbatch, que interpreta al famoso investigador en esta serie, prestará su voz al dragón Smaug.

En estas nuevas películas también veremos a Gandalf (Ian McKellen), Elrond (Hugo Weaving) y Gollum (Andy Serkis, que además debuta como director secundario en estos dos filmes). Gracias al carácter cuasi inmortal de los personajes, Jackson también ha podido repescar otros papeles estelares que no estaban en la trama, pero sí vivían en aquel entonces, como Galadriel (Cate Blanchett), Legolas (Orlando Bloom) y Saruman (Christopher Lee).

Pese al deseo de muchas y muchos, no veremos a Viggo Mortensen: cuando Bilbo llega a Rivendel acompañado de los enanos, Aragorn es un niño llamado Estel que vive allí bajo el auspicio de Elrond. Su futura amada, Arwen (Liv Tyler), que ronda entonces los 2.700 años, tampoco aparecerá.

Por otro lado, Jackson ha introducido un personaje de su propia cosecha, la elfa silvana Tauriel. Todo cuanto se sabe de ella es que no estará envuelta en un romance con Legolas y que le dará vida Evangeline Lilly, exnovia de Dominic Monaghan (el hobbit Merry), a quien conoció rodando la serie Perdidos.

Jackson también ha contado con el mismo equipo técnico que trabajó en la trilogía, el mismo compositor de la banda sonora (Howard Shore) y los diseñadores conceptuales Alan Lee y John Howe. Con él, todo queda en casa.