Grecia se prepara para más recortes paralizada por una multitudinaria huelga

  • Es una de las mayores protestas que ha vivido el país desde el inicio de la crisis.
  • En Atenas han usado gases lacrimógenos contra manifestantes que intentaban acceder al Parlamento.
  • La Cámara baja aprueba de forma preliminar medidas adicionales de austeridad.
Varios manifestantes ante una barricada en llamas durante los disturbios en la plaza Syntagma de Atenas.
Varios manifestantes ante una barricada en llamas durante los disturbios en la plaza Syntagma de Atenas.
Yannis Behrakis/ Reuters
Varios manifestantes ante una barricada en llamas durante los disturbios en la plaza Syntagma de Atenas.

Grecia vivió este miércoles una de las protestas más multitudinarias de las últimas décadas, en la primera jornada de una huelga general de 48 horas contra las políticas de austeridad del Gobierno y en la que se registraron violentos disturbios en Atenas y en otras ciudades.

Los enfrentamientos en Atenas entre radicales y policías se saldaron con 21 heridos leves, 15 de ellos agentes, que fueron atendidos por los servicios de emergencia. La policía detuvo a 25 personas.

En la manifestación en la capital, una de las mayores marchas en años, participaron unas 120.000 personas según los sindicatos, mientras que la Policía rebaja la cifra hasta los 70.000 asistentes.

De cara a los recortes

Las protestas contra las draconianas medidas de austeridad del Gobierno seguirán este jueves, cuando el Parlamento decidirá sobre el proyecto de ley sobre las mismas y que este miércoles ya obtuvo el apoyo de la mayoría en la Cámara durante una votación preliminar.

Carteles en los que se podía leer: "Que se vaya el FMI", "No he robado y no pago" "Abajo con la barbarie económica" se desarrollaron las manifestaciones masivas por toda la geografía griega, especialmente en las mayores ciudades, como Salónica, Volos y Patras.

Tras una manifestación pacífica en Atenas que concluyó ante el Parlamento, grupos de manifestantes radicales se enfrentaron a la policía, que había desplegado un cordón de seguridad en torno a la cámara baja.

Gases y cargas

Los policías emplearon gases lacrimógenos y cargas para dispersar a los grupos violentos, que lanzaron piedras y bombas incendiarias, así como losas y adoquines a los agentes desplegados ante las escalinatas del Parlamento griego.

Decenas de manifestantes prendieron fuego a contenedores y a una de las garitas policiales situadas a la entrada del Parlamento, donde se debate la última tanda de medidas de austeridad, sin que se ocasionaran heridos.

Los grupos violentos rompieron escaparates de comercios, paradas de autobuses, todo tipo de mobiliario urbano y las fachadas de los hoteles de lujo situados en la plaza Sintagma.

En las principales ciudades del país se repitieron las escenas de violencia entre grupos de manifestantes y la Policía, aunque aun no se ha dado a conocer una cifra de posibles heridos y detenidos.

Seguimiento masivo

Según los sindicatos griegos, la huelga general ha tenido un seguimiento de entre el 90% y el 100% de los trabajadores griegos, duramente golpeados por la crisis y que en el sector público han visto perder hasta el 40% de su poder adquisitivo por los recortes y las subidas de precios.

Además, quedó paralizado el transporte ferroviario y el marítimo, y cientos de vuelos han sido cancelados por la participación en la huelga durante 12 horas de los controladores aéreos.

Nuevas medidas de austeridad

El Parlamento de Grecia aprobó durante la tarde del miércoles de forma preliminar las nuevas medidas de austeridad, con el apoyo de 154 diputados socialistas, frente a 141 votos en contra de los 295 presentes, según el vicepresidente de la Cámara, Grigoris Niotis.

Esta votación fue previa a la definitiva de este jueves, en que se vota artículo por artículo y en su totalidad, pero sirve para calibrar los apoyos del Gobierno socialista de Yorgos Papandréu, que cuenta con el apoyo de 154 diputados de los 300 de la cámara.

La ley prevé el pasar a 30.000 empleados públicos a una reserva previa a su despido antes de fin de año, mayores recortes en los salarios públicos, la rebaja del salario mínimo y la posibilidad de evitar los acuerdos colectivos en la contratación de trabajadores.

Sin apoyos de la oposición

Papandréu fracasó en sus intentos de conseguir el apoyo a estas medidas de los líderes de los partidos de la oposición.

Así, el primer ministro tendrá que contar sólo con los 154 escaños de su grupo socialista, de un total de 300 de sus diputados, algunos de los cuales también han expresado su discrepancia contra unas medidas que, según dicen, "llevan a la pobreza".

Por su parte, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, alertó hoy sobre los efectos de una eventual bancarrota del país, al afirmar en el Parlamento que "una muerte económica no tiene resurrección posible, sino que lleva a la muerte económica de una o dos generaciones siguientes".

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