Perversos monstruos sedientos de sangre, desfigurados y malolientes muertos vivientes o seres horrendos sin sentimientos: no, no hablamos de políticos o de banqueros, sino de la amplia galería de horrendos personajes que inundarán, desde el jueves, Sitges.

¿Por qué la ciudad catalana, célebre por sus hermosas playas, altos precios y abundante y festiva comunidad homosexual, habrá de soportar tan espantosa invasión? Porque, entre el 6 y el 16 de octubre, volverá ser sede del Festival de Cine Fantástico, que llega a su 44.ª edición. No importa que la situación económica haya obligado a recortar gastos o el mal sabor de boca dejado por la imputación de su director, Ángel Sala, por la exhibición de una película (A serbian film) con imágenes sexuales con un bebé: Sitges va a más.

Impulsado por el buen momento del cine fantástico y ayudado por un público ávido de entretenimiento, el festival promete ser inolvidable. Se proyectarán casi 300 películas. Podrá verse en persona a Bryan Singer, Jaume Balagueró, Michael Ironside, Michael Biehn o Barbara Steele. Y, desde luego, habrá buen cine, como el que promete lo nuevo de Coppola, Béla Tarr, Von Trier o Steven Soderbergh.

"En la crisis de los años treinta triunfó King Kong, y en la del petróleo de los años setenta, catástrofes como Tiburón y Aeropuerto. En la actualidad el cine fantástico vive un buen momento porque sirve de exorcismo para olvidar la crisis", explica Ángel Sala, al que respaldan las más de 27.000 entradas vendidas hasta el momento (6.000 más que el año pasado), las decenas de actividades paralelas (no faltará, por ejemplo, el clásico desfile de zombis que el viernes 14 recorrerá las calles) o el reencuentro del festival con el cine de EE UU, superadas las tensiones institucionales por el doblaje al catalán.

Luego, claro, están los premios. Al de la Sección Oficial aspiran 32 largometrajes, entre los que está lo nuevo de Takashi Miike (Hara Kiri: Death af a Samurai), Kevin Smith (Red State), Shion Sono (Guilty of Romance), o Xavier Gens (The Divide). El Gran Premio Honorífico a una carrera recaerá en Bryan Singer, autor de X-Men o Sospechosos habituales. Las Máquinas del Tiempo serán para Balagueró (que presenta Mientras duermes), el coreógrafo de acción Ching Siu Tung y los mencionados Biehn, Ironside y Steele. Y el Nosferatu, en homenaje a toda una carrera en el cine fantástico, será para el realizador italiano Luigi Cozzi, autor de desopilantes clásicos como Starcrash o Contamination-Alien arriva sulla terra.

Dos de los nombres que revolucionaron el cine moderno serán protagonistas en Sitges: una película de Steven Spielberg, Inteligencia Artificial (2001), sirve de excusa para reflexionar sobre precisamente eso, el creciente protagonismo de máquinas cada vez más `listas'. Respecto a Francis Ford Coppola, se espera con curiosidad Twixt, una película protagonizada por Val Kilmer, en 3-D y con niñas asesinadas, fantasmas de pesadilla y escritores torturados en su argumento.