El Nobel de Física premia a los descubridores de la expansión acelerada del universo

Fotografía cedida por la Agencia Espacial Europea (ESA) en la que se puede ver la formación de estrellas en una galaxia.
Fotografía cedida por la Agencia Espacial Europea (ESA) en la que se puede ver la formación de estrellas en una galaxia.
ESA
Fotografía cedida por la Agencia Espacial Europea (ESA) en la que se puede ver la formación de estrellas en una galaxia.

La Real Academia de las Ciencias sueca distinguió este martes con el Nobel de Física 2011 a los astrónomos estadounidenses Saul Perlmutter, Brian P. Schmidt y Adam G. Riess por revolucionar las ideas sobre el universo al descubrir que este se expande de forma acelerada al contrario de lo que se pensaba.

Los tres científicos estadounidenses fueron reconocidos "por el descubrimiento de la expansión acelerada del universo a través de la observación de supernovas lejanas", informó la academia.

Las observaciones realizadas por estos astrónomos, asociados en dos equipos distintos, de la explosión de un tipo concreto de estrellas al final de su vida (supernova) y el análisis de la luz emitida en esos momentos les permitió demostrar que el universo crece de forma acelerada y no cada vez más despacio, como se creía.

Historia del descubrimiento

Este hallazgo fue presentado a la vez en 1998 por dos equipos científicos: uno, encabezado por el estadounidense Saul Perlmutter; mientras que su compatriota Brian P. Schmidt lideraba el otro, en el que el también estadounidense Adam G. Riess desempeñó un papel destacado. Perlmutter se llevará la mitad del premio de 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros), mientras que sus dos colegas se repartirán la otra.

Partiendo de la teoría de la relatividad de Einstein, distintos astrónomos demostraron mediante observaciones realizadas en la década de 1920 que el universo estaba en expansión, lo que más tarde se concretó en la teoría del Big Bang, que explica el origen del cosmos a partir de una gran explosión.

La aparición de telescopios más sofisticados a principios de la década de 1990, así como de ordenadores más potentes y de nuevos sensores digitales de imagen abrieron la posibilidad de desvelar más detalles sobre el enigma del universo.

Su desarrollo

Perlmutter fue el primero en poner en marcha un equipo de investigación en 1988 en la Universidad de California, el Supernova Cosmology Project; mientras que Schmidt, de origen australiano, hizo lo propio seis años después en la de Harvard con el High-z Supernova Search Team.

Los dos equipos emprendieron entonces una carrera para tratar de demostrar lo que los astrónomos creían entonces, que la expansión del universo se estaba ralentizando. Para ello decidieron localizar las más distantes supernovas (estrellas en explosión), y en concreto, usaron las del tipo "Ia", resultado de la explosión de una enana blanca, una estrella que ya ha completado su ciclo de vida y que es tan pesada como el Sol pero tan pequeña como la Tierra.

Los astrónomos de ambos equipos comenzaron a peinar el universo en busca de supernovas distantes, usando como táctica la comparación de dos imágenes de un mismo trozo del espacio, tomadas en un plazo de tres semanas, ya que las explosiones de estas estrellas, aunque violentas, son breves. Luego comparaban las dos imágenes en busca de algún punto de luz que pudiera ser un signo de una supernova en una galaxia lejana.

La falta de fiabilidad de las supernovas "Ia", las interferencias en la luz provocadas por el polvo cósmico y el arduo trabajo de encontrar el tipo adecuado de estrellas, medir su brillo y analizar su curva de luz exigió una ingente labor e involucró a un gran número de científicos.

Pero al final ambos equipos lograron encontrar medio centenar de supernovas válidas para la investigación, aunque el resultado fue distinto al esperado: su luz era más débil, signo de que estaban siendo transportadas más y más lejos; es decir, la expansión del universo no se estaba ralentizando, sino acelerando.

Y esa aceleración se cree que es provocada por la energía oscura, que en el origen del universo representaba apenas una pequeña parte y que ahora constituye más del 70% del mismo, si bien continúa siendo un enigma para la ciencia.

Perfiles de los premiados

Perlmutter, Schmidt y Riess suceden en el palmarés del Nobel de Física a los investigadores de origen ruso Andre Geim y Konstantin Novoselov, galardonados el año pasado por aislar el grafeno, un material bidimensional de carbono con propiedades únicas y aplicaciones múltiples.

Perlmutter, nacido en 1959 en EE UU, dirige el Proyecto Cosmológico Supernova, en la Universidad de Berkeley. Su colega Schmidt, nacido asimismo en Estados Unidos en 1967 y con nacionalidad además australiana, es profesor de la Universidad Nacional de Australia.

El tercer galardonado, nacido en Washington en 1969, es profesor de astronomía y física en Baltimore (EE UU).

Premios Nobel de Química, Literatura y de la Paz

El anuncio del galardón sigue al premio Nobel de Medicina otorgado este lunes, que compartieron el estadounidense Bruce Beutler, el franco-luxemburgués Jules Hoffmann y el canadiense Ralph Steinman, fallecido el pasado viernes. A estos anuncios seguirán este miércoles el Nobel de Química, el jueves el de Literatura, y el viernes el de la Paz, mientras que el de Economía se dará a conocer el lunes.

La entrega de los Nobel se realizará, de acuerdo a la tradición, en dos ceremonias paralelas, en Oslo para el de la Paz y en Estocolmo los restantes, el día 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel.

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