La diseñadora de moda Heather MacCrimmon, nacida en Toronto (Canadá) y residente en Postdam (Alemania), se sintió fascinada hace unos años cuando vio unos dibujos de un niño en los que el vestuario era imaginativo y poco habitual. Pensó que allí había tema para una colección de ropa.

Ahora ha logrado hacer realidad aquella idea. A partir de los dibujos de tres crías de siete años, a las que había pedido que dibujasen el vestido de sus sueños, MacCrimmon ha confeccionado la ropa con exquisito respeto y fidelidad hacia los modelos originales.

La diseñadora responde a las preguntas de 20minutos.es:

¿Qué le resultó tan fascinante de los diseños de las niñas?

Elegí estos tres dibujos para trabajar con ellos porque eran divertidos y fantásticos. También me gustó que fuesen los suficientemente abstractos como para dejar espacio a la interpretación.

¿Hay alguna lección que debería aprender la industria de la moda infantil?

Por suerte las niñas tienen alrededor de 7 años. Me encontré con que los dibujos de las niñas mayores eran de ropa bastante parecida a la que puedes encontrar en las tiendas. Probablemente la industria no tenga mucho que aprender. La moda comercial está producida en masa y vendida en masa. Tiene que gustar a mucha gente. Lo que me resulta especial de mis tres vestidos es que proceden de la imaginación de tres crías. No estoy muy segura de que muchas niñas quisieran llevarlos a diario.

¿Es la moda infantil demasiado adulta?

Sí, sobre todo en Norte América. Una de las prendas más desconcertantes que he visto fueron tangas para niñas, que vi hace unos años a la venta en Canadá. Es menos notable en Alemania, donde vivo ahora, un país donde los niños visten como niños, con más calcetines de rayas y vestidos floreados. Pero llegan extrañas tendencias. He visto pantalones de cintura baja y apretados para niños de cuatro años. También he notado que en Europa los niños están menos obsesionados con los logos y las marcas. En Canadá trabajé en una serie de televisión en la que tenía que comprobar el vestuario de los extras para evitar que se viesen logos. Había niños que llevaban el símbolo de Nike en cada uno de las prendas que vestían.

¿Le resultó fácil ser fiel a los diseños de las niñas?

Sí y no. Algunos eran un reto técnico. Tuve que experimentar con técnicas de costura para logar los efectos que las niñas habían dibujado. Resultó realmente divertido interpretar los defectos e irregularidades de los diseños.

¿Tiene hijos?

Sí, dos niñas de casi cuatro años, mellizas.

¿Les permitirá que diseñen su propio vestuario?

Me sorprende lo rápido que están desarrollando sus gustos con respecto a la ropa. Me imaginaba que elegiría ropa para ellas durante muchos años, pero cuando tenían dos ya empezaron a mostrar opiniones y gustos sobre lo que les gustaba o no les gustaba. Para que la vida sea más fácil suelo dejar que ellas mismas elijan lo que quieren ponerse. A veces los resultados son graciosos. Eligen algo y quieren llevarlo durante semanas. Una de ellas insiste en ponerse en vestido de granjera que le queda dos tallas grande. La otra quiere usar un disfraz de gata de carnaval. Me haría feliz que quisieran vestirse como las niñas de mis vestidos, pero por desgracia ahora están en la etapa de 'cualquier cosa con tal de que sea de color rosa'. Espero que sea una etapa corta.