Menos tráfico para reducir la contaminación atmosférica y acústica, la siniestralidad, el consumo energético, la emisión de gases de efecto invernadero, el sedentarismo... en definitiva, para vivir mejor.

Éste es el objetivo de la Setmana de la Mobilitat Sostenible i Segura, que, bajo el lema Ahorra combustible, regala aire limpio y por décimo año consecutivo, quiere fomentar a partir de este miércoles ir a pie, el transporte público, las bicicletas y los vehículos eléctricos. Eso sí, un año más, se deja de lado la celebración del Día Sin Coche.

No obstante, los vehículos eléctricos no acaban de cuajar y sólo hay 400 unidades en las calles de Barcelona a pesar de las facilidades que da el Ajuntament a sus usuarios: una bonificación del 75% del impuesto de matriculación, recargas gratuitas en su red de 240 puntos y la posibilidad de aparcar gratis en las áreas verdes y azules. Además, el Consistorio reservará un 3% de las plazas disponibles en aparcamientos públicos de nueva construcción. Sin embargo, una de las principales peticiones de sus partidarios es una rebaja del IVA, ya que, a causa de las baterías, son más caros.

Pedaladas y caminatas

La Setmana se celebra desde este miércoles en cerca de 170 municipios catalanes, aunque algunos de ellos hace días que acogen actividades como pedaladas populares en Barcelona, Badalona, Vidreres, Esparreguera, Piera o Besalú. En Sant Joan Despí han organizado un taller para enseñar a ir en bici, repararla y limpiarla, así como una ruta modernista a pie.

En Badalona, se premiará a los ciclistas que el lunes pasen por la estación de tren en el marco de la Operación Ring-Ring, que este miércoles tiene lugar en Girona, donde sí se celebra el Día Sin Coche a diferencia de Barcelona. Sin embargo, será en la capital catalana donde la conselleria de Territorio y Sostenibilidad presente este miércoles el Plan de Mejora de la Calidad del Aire 2011–2015.

Para ello es necesario reducir el tráfico y de ahí que administraciones y entidades promuevan ir a pie, el transporte público y los vehículos compartidos, algo que fomenta la Universitat de Girona con un sistema de autoestop electrónico que, vía móvil, pone en contacto a quienes hacen el mismo viaje. Pese a las mejoras, la convivencia entre peatones, bicis y vehículos a motor aún es difícil por la insuficiencia de carriles especiales y el incivismo.