Al menos 18 personas han muerto en el atentado con bomba ocurrido este viernes en el edificio de la ONU en la capital de Nigeria, Abuya, según ha informado el comisario de policía Mike Zuokumor a los periodistas en el lugar del suceso.

El grupo islámico Boko Haram ha reivindicado el ataque. Este grupo pretende instaurar su interpretación de la sharia (ley islámica) en el país. Pudo ser realizado por un suicida.

Zuokumor precisó que las cifras son, de momento, provisionales y que aún pueden variar, ya que prosiguen las labores de rescate tras la explosión. El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, ha condenado el atentado y lo ha descrito como un "ataque contra la paz mundial".  En un comunicado difundido en la capital nigeriana, Jonathan también expresó su repulsa por el "ataque bárbaro, sin sentido y cobarde".

"Tenemos diez muertos y podría haber más", ha explicado un responsable médico que ha pedido no ser identificado. Una fuente de seguridad ya había apuntado a la posibilidad de que el ataque fuera obra de Boko Haram. Según Amnistía Internacional, desde julio de 2010 han causado más de 250 muertos.

Este jueves, Boko Haram hizo estallar una bomba en una comisaría y atacó bancos en una localidad del noreste del país, dejando al menos doce muertos.  El nombre traducido del hausa significa "la educación occidental es pecado".

"Un coche chocó contra el edificio y explotó. Es una seria escalada en la situación de seguridad en Nigeria", ha considerado el responsable de seguridad. "Esto es lo peor que podría haber ocurrido", ha opinado.

Ocilaje Michael, miembro del personal de la ONU que trabajaba en el edificio, asegura haber visto varios cadáveres tras la explosión. "Vimos la explosión en el edificio. Toda la gente en la planta baja está muerta. Sus cuerpos están desperdigados por todo el lugar. He visto unos cinco cadáveres", ha relatado. Un reportero de Reuters ha podido ver varios cuerpos introducidos en una ambulancia.

En diciembre de 2007, un atentado con coche bomba en las oficinas de la ONU en Argel dejó al menos 41 muertos, entre ellos 17 miembros del personal de Naciones Unidas. En 2003, quince miembros del personal y otras siete personas murieron en un atentado con bomba contra la sede de la ONU en Bagdad.