Un éxito en cuanto a participación, con un repunte, incluso, de gente, pero, sin embargo, la misma facturación que el año pasado, es el balance que hace la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma) de la Feria de la capital, que, tras ocho días de fiesta, terminó este sábado.

No obstante, el presidente de Aehma, Rafael Prado, quien ha recordado que la Feria, que, según el Ayuntamiento, ha registrado en torno a seis millones de visitas, es uno de los mejores periodos del año para el sector en la zona del centro, ha valorado este estancamiento de los ingresos, teniendo en cuenta que ya son varios los años en los que venían registrando bajadas.

El responsable de los hosteleros malagueños ha destacado los tres primeros días de la Feria —el fin de semana del 13 y 14 de agosto y el festivo del 15— como los mejores, con incrementos, incluso, en los ingresos del uno por ciento con respecto a 2010. "Fue una auténtica explosión", ha afirmado.

Su impresión es, de todos modos, que "estamos estancados y la crisis ya forma parte de nosotros; se ha asumido la situación y todo el mundo ha ajustado su economía a este estado"; de hecho, "la conclusión es mucha gente y un consumo muy retraído". Así, ha asegurado a Europa Press que "ha habido muchas familias que llevaban la comida y sólo consumían bebidas".

A su juicio, la Feria del Centro de este año ha sido "mejor" que la de 2010, pero, como ha resaltado, "necesita mucha atención y mucho cuidado" porque "proporciona mucho a Málaga y al propio Ayuntamiento".

BOTELLÓN

Respecto a las molestias derivadas del consumo de alcohol en las calles del centro, Prado ha advertido de que "se puede controlar con medidas de protección, con policías que informen a los jóvenes de que no pueden hacer botellón en una determinada zona".

"No se puede quitar el botellón cuando ya está organizado porque se puede crear un problema importante, pero sí puedes evitar a través de los policías que tenga lugar", ha señalado, poniendo como ejemplos la plaza de la Merced y la calle Císter.

Por ello, el representante de los hosteleros ha confiado en que se empiece a trabajar ya para que en la Feria del próximo año "se tomen las medidas oportunas que eviten los problemas derivados del botellón", porque, como ha precisado, "este año no ha ocurrido ningún incidente grave, pero podría haber pasado perfectamente".

Frente a esto, ha defendido una Feria más malagueña, lo que, en su opinión, se puede conseguir "si hay voluntad política". Así, ha comentado que la recuperación de los caballos y de las carretas y el fomento de casetas tradicionales puede ayudar a eliminar esta práctica de los jóvenes en el centro histórico. Para Prado, "hay un conflicto generacional importante que habrá que tener en cuenta a la hora de aplicar soluciones". LIMPIEZA

En cuanto a la limpieza, el presidente de Aehma ha reconocido que no se puede responsabilizar de la situación del centro a Limasa porque "dependía de la masa de gente; si estaba en un sitio, no se podía limpiar".

Prado ha reclamado que se extienda la Feria del Centro a otras vías y "no se concentren todas las actividades en la calle Larios, la plaza de la Constitución y Granada". "Hay que crear nuevos ejes en el entorno del centro histórico, sobre todo por una cuestión de seguridad", ha expuesto, incidiendo, sin embargo, en que "no es una demanda nueva".