La crisis de la deuda soberana en la eurozona, la inestabilidad de los mercados y los efectos del tsunami japonés se han notado en la industria aragonesa, que confiaba en obtener mejores resultados en el segundo trimestre del año, según revela la última Encuesta de Coyuntura Industrial elaborada por la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza.

Las perspectivas para los próximos meses son de más moderación en la demanda, contención en los precios, recortes de empleo y una reducción de la producción y del uso de la capacidad productiva.

Para la industria aragonesa, la internacionalización sigue siendo la clave de la recuperación pese a las perspectivas de moderación en la cartera de pedidos exteriores durante el tercer trimestre.

La encuesta de la Cámara de Comercio refleja, a través de la opinión de 308 empresas de la comunidad, la coyuntura de la industria aragonesa en el segundo trimestre de 2011 (abril-junio) y las perspectivas para el tercero a través de indicadores significativos como la tendencia de empleo, la mercancía almacenada de productos terminados, la cartera de pedidos o la capacidad productiva, entre otras variables.

Débil demanda

La demanda industrial durante el segundo trimestre del año resultó insuficiente para el 53,5% de las empresas aragonesas, que destacan un mayor estancamiento a nivel nacional que en los mercados internacionales.

La cartera de pedidos (ventas formalizadas y pendientes de suministrar) también arrojó resultados negativos, con menores encargos desde el exterior. Así, el 56,8% de las empresas solo tenía trabajo asegurado para 15 días en función de la cartera de pedidos, frente al 4,3% que tenía volumen para más de tres meses gracias a las ventas formalizadas pendientes de suministrar.

En consecuencia, la producción se resiente y un 59,5% de las empresas reconoce que trabaja a un nivel de producción bajo. A esta coyuntura se suma además un incremento de los precios de las materias primas. Para mantener la competitividad, las empresas industriales aragonesas mantuvieron o redujeron aún más sus precios de venta entre abril y junio. PERSPECTIVAS

Para el tercer trimestre del año, las empresas vaticinan nuevos recortes en la demanda, la producción y el uso de la capacidad productiva.

No obstante, la evolución es de mejora si se analiza el mismo periodo con años anteriores teniendo en cuenta el efecto calendario (corrección para eliminar la influencia en el número de días laborales y de las festividades y poder realizar así comparaciones homogéneas entre los meses de años diferentes).

La ralentización de la recuperación también tendrá efectos en el empleo, ya que se esperan nuevos ajustes: el 9,6% de las empresas prevé disminuir su plantilla frente a un 1,8% que piensa buscar nuevos trabajadores. Los precios de venta seguirán sin subir ya que las empresas seguirán realizando un esfuerzo de contención.