Las inocentes 'maravillas americanas' del siglo XIX

  • Una exposición muestra las  innovaciones técnicas y el arte de la sociedad estadounidense, que creía en el ingenio y los inventos para mejorar el país.
  • Hay pinturas de animales y plantas, fotos, patentes, planos de ingeniería...
  • La muestra aborda cuestiones críticas, como la guerra civil o el exterminio de los búfalos, pero pasa por alto el esclavismo o la situación de los nativos americanos.
Óleo de George Catlin, pintado entre 1832 y 1833, que muestra a un búfalo pastando
Óleo de George Catlin, pintado entre 1832 y 1833, que muestra a un búfalo pastando
George Catlin - Smithsonian American Art Museum, Gift of Mrs. Joseph Harrison Jr.
Óleo de George Catlin, pintado entre 1832 y 1833, que muestra a un búfalo pastando

Los Padres Fundadores de los Estados Unidos tenían en la cabeza desarrollar en las colonias la libertad religiosa y política que no habían podido disfrutar en Europa. Lo llamaban el Gran Experimento, el término era un acicate para la creatividad y el avance técnico de una comunidad que empezaba.

La heredera y desarrolladora de este pensamiento entusiasta inicial fue la  sociedad estadounidense del siglo XIX.

La exposición The Great American Hall of Wonders (La gran galería de las maravillas americanas) en el museo Smithsonian de Nueva York se centra en este momento idealista en que todos se sentían inventores, exploradores y documentadores de una nueva nación, ya independizada del Imperio Británico.

El mundo era nuevo, las posibilidades eran tan infinitas como los territorios. Ellos se autodenominaban "gente llena de inventiva" y se propusieron mejorar su calidad de vida con innovaciones mecánicas, además de documentar artísticamente las maravillas de la naturaleza que les ofrecía la parte de América que habitaban.

La secuoya, el búfalo y las cataratas del Niágara

La muestra analiza la creencia en el territorio norteamericano como un lugar de recursos naturales abundantes (con símbolos como la secuoya, el búfalo o las cataratas del Niágara) y por otro lado los avances tecnológicos.

Entre los casi 200 objetos reunidos hay pinturas de especies animales y vegetales, paisajes idílicos, fotografías pioneras, modelos de inventos, planos de ingeniería... Un corpus que muestra el entusiasmo y la creencia de que todos eran portadores de un ingenio que podía contribuir a mejorar el país.

Pero esta "galería de maravillas americanas" también analiza, en medio del entusiasmo naíf de los estadounidenses del siglo XIX, aspectos que todavía hoy son críticos. Entre ellos los organizadores destacan la Guerra Civil americana y el exterminio de las especies, en concreto de los búfalos.

Tal vez por una conveniente y excesiva focalización en la pura innovación científica y técnica, la exposición  pasa por alto la cuestión de la esclavitud o de la situación de la población nativa americana.

El siglo XIX también es el momento del Destino Manifiesto, un término acuñado por John L. O'Sullivan (el director de un periódico de Nueva York) en 1845.

La doctrina enunciaba que los americanos de origen europeo tenían que expandirse de la costa atlántica a la pacífica por mandato divino, por un "designio especial del cielo". Eso significaba la ocupación de las tierras de los indios, que buena parte de los colonos veían como simples salvajes o como seres incapaces de encajar en este nuevo orden.

Obligados a trasladarse o a adaptarse a la sociedad de los recién llegados, el siglo XIX significó para los indios otro paso hacia el declive definitivo mientras los jóvenes entusiastas americanos descubrían un nuevo mundo embargados por las ganas de construir.

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