Los ganaderos alertan de la presencia de lobos en la Sierra

  • Se han producido al menos 12 ataques a reses en lo que va de año.
  • El Gobierno regional y los forestales dicen que son perros asilvestrados.
  • El lobo ibérico es de menor tamaño que el resto de lobos europeos.
Lobo.
Lobo.
Lobo.

El lobo, pese a su mala fama, hacía décadas que no se asomaba por los confines de la región. Pero estos últimos meses, ganaderos de la comunidad han alertado sobre la presencia de este animal en la Sierra, más concretamente en el valle del Lozoya, donde, según la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), ya se han producido al menos 12 ataques a reses en lo que va de año. "Se les ve merodear, a lo lejos. No se acercan a los humanos, pero los animales muertos están ahí", asegura un portavoz de UPA.

El Gobierno regional y los agentes forestales afirman, sin embargo, que, actualmente, en Madrid, "no hay poblaciones asentadas de lobos" y que los ataques se deben a la presencia de perros asilvestrados. Es decir, canes que son abandonados en plena naturaleza y consiguen sobrevivir.

No obstante, en 2010, la Consejería de Medio Ambiente constató "por vez primera" la breve presencia de unos lobos en la región tras 40 años sin avistamientos. Se trataba de algunos ejemplares que se habían introducido desde Segovia. Además, a principios de año, la Comunidad aprobó un paquete de ayudas para los pastores cuyos animales sufriesen ataques de estos cánidos.

El valle del Lozoya, donde se han producido la mayoría de las agresiones, es un pasillo que conecta la sierra de Guadarrama con Castilla y León, comunidad en la que se ha registrado una fuerte presencia de esta especie. Aquí, UPA y COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) han denunciado la muerte de 8.000 reses en 4 años por el lobo, 2.859 de ellas en 2010.

La opción de la caza

Una de las opciones planteadas por algunos ganaderos, la caza, ha sido rechazada por las asociaciones ecologistas. COAG se ha manifestado también en el mismo sentido: "En en el norte de Castilla se ha autorizado cazarlos y con ello no se han evitado los daños al ganado", explica el responsable de la asociación en Castilla y León, Aurelio Pérez.

"El problema no son solo los animales muertos, sino el estrés al que se ven sometidos tras los ataques. Dan menos leche, hay abortos, infertilidad... eso también lo deberían contemplar las ayudas", puntualiza un ganadero de Guadarrama. Según la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico, actualmente en España puede haber unos 322 grupos familiares (254 confirmados y 68 probables). El 90% se encuentran en las comunidades autónomas de Castilla y León y Galicia.

El lobo ibérico es de menor tamaño que el resto de sus congéneres europeos; mide entre 1,30 y 1,80 m de longitud. Además, resulta fácil confundirlo con perros grandes, tanto por sus huellas como por sus excrementos, a no ser que se sea un experto en la materia. La mejor forma de diferenciarlos es por sus aullidos. En España es una especie endémica y en los setenta estuvo a punto de desaparecer.

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