Aunque los primeros conciertos del popular Festival de Benicàssim no comenzarán hasta este jueves, los primeros fibers (nombre con el que se conoce a sus asistentes) han comenzado a llegar a la localidad castellonense que, durante una semana, cambiará el turismo familiar por el de mochileros y melómanos.

La organización calcula que son 3.000 los jóvenes que ya se han acercado a las zonas de acampada del festival (CampFib y VillaCamp) para colocar sus tiendas de campaña y disfrutar de unas minivacaciones de sol, música y playa, y que espera que este número se eleve a 5.000 a lo largo de la jornada.

Los primeros en llegar son, en su mayoría, extranjeros. Reino Unido sigue liderando la procedencia de los fibers internacionales, aunque la cita ha ganado seguidores franceses y alemanes en esta décima quinta edición del certamen.

Está previsto que unos 50.000 festivaleros pasen por uno de los eventos musicales de pop rock más importantes de España.

La inclusión de Julieta Venegas en el cartel ha atraído a su vez a un número significativo de mexicanos. La presencia de la cantautora de Tijuana despertó críticas entre parte del público del festival, que no veía en la artista el espíritu "indie" necesario que domina el resto de conciertos.

Venegas ha vuelto a defenderse de sus detractores en una entrevista realizada por Efe, en la que subraya que se siente "identificada con la gente que toca en el FIB", aunque no salta "tanto".

Asimismo, ha reconocido que al principio se sintió herida por los comentarios vertidos en las redes sociales por algunos fibers: "Me dije: "Ay, ni que fueso yo quién", cuenta divertida.

"Aquí he sonado en radiofórmula y eso para los fibers es un ofensa, como si te hicieses del enemigo. Yo lo único que puedo hacer es demostrar en el escenario. No puedo ponerme a discutir", señala.