Los españoles gozamos de una salud que mejora con los años e incluso supera la media de nuestros vecinos europeos, pero existen ciertas enfermedades y hábitos que aún la amenazan, como el sedentarismo, la obesidad y el consumo de drogas. Estas son las conclusiones del quinto informe sobre indicadores de salud del Ministerio de Sanidad:

Esperanza de vida: Ha aumentado en la última década casi tres años (76,9 a 79,7 años), lo que nos sitúa por encima de la media europea (78,3) y prácticamente a la cabeza después de Italia y Suecia. De esta forma, entre 1990 y 2002 hemos pasado de los 73,3 a 76,3 años en los hombres y de los 80,5 a 83 años en las mujeres, edad que las convierte en las mujeres europeas más longevas.

Sida: España sigue siendo uno de los países con mayor número de enfermos por sida, sólo por detrás de Portugal, a pesar de que su tasa de incidencia descendió un 75% entre 1995 y 2003.

Drogas: Somos el primer país en consumo de cocaína y el cuarto en cannabis, anfetaminas y éxtasis, mientras que el consumo de alcohol ha descendido un 16% desde los noventa.

Obesidad y actividad física: Si en 1993 había 9,4% de hombres y 10,4% de las mujeres obesas, en 2003 los porcentajes ascendieron a 13,7% y 14,3% respectivamente. Una de las causas es el sedentarismo, que afecta en la actualidad al 47% de la población.

Las causas de mortalidad

Enfermedades isquémicas del corazón: España es de los países que menos muertes sufre por ellas. Su incidencia ha descendido un 8% a lo largo de la última década.

Diabetes y accidentes de tráfico: Las muertes por estas enfermedades han experimentado un descenso del 25%  y 40% cada uno. Fue una bajada notable, aunque aún sitúan  a España por encima de la media europea.

Cáncer de mama: Su tasa de mortalidad descendió un 14% hasta 2002 y ahora somos uno de los países de Europa con menos muertes por esta causa (28 por 100.000 hab.).

Cáncer de pulmón: Aunque la mortalidad no ha variado en los hombres, sí que ha crecido entra las mujeres, un 30% debido al aumento del tabaquismo en este sexo. No obstante, el número de fumadores diarios general se redujo en diez años un 4% hasta situarse en el 28,1% de la población.