Tras ser aprobado tanto por los 17 jefes de Estado y de Gobierno como por la Comisión Europea, el próximo 27 de junio se ratificará en el Parlamento Europeo y así entrará en vigor, previsiblemente, el llamado Pacto del Euro. Dicho acuerdo conllevará medidas concretas en cada país miembro para impulsar la competitividad, el empleo, sostener las finanzas públicas y reforzar la estabilidad financiera.

Empresas que produzcan más y mejor, reducción de los niveles de paro, menos derroche de las administraciones públicas, recuperación del flujo de crédito… todos parecen objetivos loables, aunque ¿qué consecuencias tendrá este pacto sobre la economía española? 20minutos ha preguntado a varios de los mejores economistas de este país sobre las ventajas y desventajas de este compromiso adquirido por José Luis Rodríguez Zapatero en marzo de este año y sobre el que ya se han llevado a cabo varias reformas (del sistema de pensiones, laboral…).

"Hay una crítica generalizada entre muchos sectores porque si vemos detenidamente las medidas concretas en realidad hay poco estímulo a la competitividad, a la productividad, no se habla de impulsar el I+D+i…". Para el catedrático de la Universidad Complutense Juan Antonio Maroto, es "una obviedad" que había que ajustar el sistema de pensiones ya que la relación entre cotizantes y beneficiarios era "insostenible". Así, en su opinión, el aumento de la edad de jubilación sería lógico y reforzaría las jubilaciones siempre y cuando "sigamos apostando por un sistema de reparto puro en manos públicas. Siendo críticos, estamos vaciando el sector público para dar entrada al negocio privado", puntualiza.

El profesor Maroto desconfía de dar pie a los planes de jubilación privados: "Habría que supervisarlos muy bien, porque la experiencia demuestra que en España no hay buenos gestores de estos fondos. Valgan como ejemplos desgraciados Sofico, Forum Filatélico o Afinsa", sostiene. Este experto en economía financiera cree además que la propuesta de ligar salarios a la productividad simplemente busca la contención general de los sueldos y conllevará más problemas que beneficios, ya que el propio presidente de la patronal reconoce los difícil que es de medir correctamente. Otra medida que critica es la de flexibilizar el mercado de trabajo. "¿Rígido? ¡Si a cualquiera ya le pueden despedir con 20 días de indemnización en cuanto la empresa tiene pérdidas!", lamenta.

La puesta en marcha del Pacto del Euro –también llamado para la competitividad- puede provocar cambios positivos para la economía española en opinión de Antoni Espasa, director del BIAM de la Universidad Carlos III de Madrid. En concreto, desde su organización llevan años recomendando la rebaja de las cotizaciones sociales para las empresas y que esa merma de ingresos se compense con la subida del IVA. Esta medida tiene, según afirma, una gran ventaja para hacer más competitiva la economía de nuestro país: "Las compañías extranjeras también tendrían que pagar el IVA, mientras que la Seguridad Social la pagan solo las firmas españolas", indica.

Eso sí, una hipotética subida del tributo que grava el consumo debería aprobarse en un momento de relativa estabilidad y como "un instrumento de último recurso", ya que la carga impositiva en España ya es muy alta. ¿Qué efectos tendría? "Reduce el déficit público, aumenta nuestra confianza internacional y fomenta el crecimiento; lo malo, que detrae el consumo", señala el profesor Espasa, para quien además otras reformas como la del aumento de la edad de jubilación eran "claramente inevitables". Tal como sostiene, hay dos razones que obligaban a ampliar los 65 años. Por un lado, y desde el punto de vista meramente económico, el alargamiento de la esperanza de vida tras la jubilación, que ahora es de 15 años, hacía al sistema imposible de mantener. Pero es que además hay una razón social para posponer la edad de retiro, para este experto: "No podemos tener a un porcentaje tan amplio de población con plenitud de fuerzas sin hacer nada, no nos conviene perderlos", dice. Esta medida permitirá también emplear menos recursos en la población mayor y empezar a ayudar más a la juventud, algo necesario ya que en España "hay mucha asimetría respecto al apoyo a los jubilados y a los jóvenes", denuncia.

"El Pacto del Euro tiene más ventajas que inconvenientes para España", sostiene Eugenio Recio, profesor honorario de la escuela de negocios Esade. El principal punto favorable es que se da un gran paso adelante "para institucionalizar una gobernanza económica en Europa y para fortalecer el euro", recalca. Esta acción, sin embargo, esconde un inconveniente: la apuesta por la estabilidad de la moneda única no proviene de las instituciones legítimas europeas, sino de Alemania y Francia, que son quienes mandan. Para que estas dos potencias no legislen a su antojo en la UE "deben reforzarse las instituciones", opina.

En cuanto a las reformas encaminadas a incrementar la competitividad –sistema de pensiones vinculado a la evolución demográfica, base común europea para el impuesto de Sociedades, reconocimiento en todos los países miembro de los títulos oficiales…- el profesor Recio apunta a que en general "nos vienen muy bien". Hay sin embargo, una reforma, que supone una gran desventaja para España: desvincular los salarios de la evolución del IPC y pasar a indexarlos respecto a la productividad de cada empresa. "Para el trabajador alemán eso no supone un problema porque la inflación es muy estable, pero para los españoles puede implicar una pérdida de poder de compra muy importante", indica. En su opinión, primero hay que poner medidas para evitar que los precios suban tanto, y solo entonces se deberían ligar salarios y productividad.

En un momento en el que la credibilidad de España para hacer frente a sus deudas está puesta en entredicho por numerosos organismos internacionales, toca adaptarse y tomar decisiones que aunque duras, "demuestren que cumpliremos nuestros compromisos frente a nuestros acreedores", estima Valentí Vich, presidente del Consejo General de Colegio de Economistas. La duda para muchos expertos es si merece la pena cumplir estas promesas a cualquier precio.