En una resolución dictada el pasado 6 de marzo, en la que acordaba prorrogar por dos años la prisión provisional de nueve de los imputados, el magistrado ya señaló la del 10 de abril como la fecha tope para notificar el auto de procesamiento.

Esa notificación pondrá fin a una investigación que ha durado 25 meses y que supone el paso previo a la celebración del juicio oral.

Una treintena de procesados

Entre los procesados figurarán con toda seguridad las 25 personas que permanecen en prisión por esta causa, entre ellos Jamal Zougam -detenido apenas 48 horas después de la masacre- y Basel Ghalyoun, considerados autores materiales de los atentados después de que varios de los pasajeros de los trenes de cercanías les hayan reconocido.

El juez también procesará a un grupo de españoles -José Emilio Suárez Trashorras, Antonio Toro Castro, Emilio Llano Alvarez y Raúl González Peláez- a los que acusa de haber facilitado en Asturias los explosivos a la célula islamista responsable del 11-M, con la que habrían contactado a través del confidente policial Rafá Zouhier.

"Ideólogos de los atentados"

Otro grupo de procesados lo integrarán los supuestos "ideólogos" de los atentados, entre ellos el presunto líder del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) Hassan El Haski, detenido en Lanzarote en diciembre de 2004, y Rabei Osman El Sayed Ahmed, Mohamed El Egipcio y Youssef Belhadj, arrestados en Italia y Bélgica, respectivamente.

También fue detenido fuera de España, concretamente en Serbia, Abdelmajid Bouchar, El Gamo, quien supuestamente huyó del piso de Leganés cuando la Policía se disponía a detener allí a varios de los autores de los atentados, que horas después se suicidaron haciendo explotar la dinamita que tenían consigo, matando además a un agente de los GEO.

Entre los suicidas de Leganés estaban dos de las consideradas figuras clave de la trama: Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, y Jamal Ahmidan, El Chino.

Del Olmo considera que el primero fue quien buscó fue quien buscó los medios y la gente "para realizar la misión que ya habían tomado: atentar en España" y que se unió al segundo para conseguir los explosivos que le permitirían llevar a cabo los atentados en los trenes.

En el auto de procesamiento, y a tenor de las distintas resoluciones que ha ido dictando a lo largo de la instrucción, Del Olmo concluirá también que los autores de los atentados del 11 de 2004 en Madrid decidieron llevar a cabo la masacre "como reacción a la guerra de Irak".

Los procesados serán acusados de 191 delitos de asesinato, uno por cada fallecido en los trenes, más de 1.500 delitos de asesinato no consumado -por los heridos-, pertenencia a organización terrorista, estragos y tenencia de explosivos, lo que en caso de ser condenados en el futuro juicio se traducirá en sentencias de miles de años de prisión.