La Agrupación Médica de la CIG ha denunciado que el Sergas "quiere imponer" un modelo de medición para el cobro del complemento de productividad variable (CPV) —que forma parte de la retribución de los facultativos— sin negociar en la mesa sectorial y que "no tiene en cuenta el esfuerzo de los médicos para realizar bien su labor", pues se rige por un modelo "exclusivamente economicista".

Así lo destacado en declaraciones a Europa Press, el responsable de la Agrupación Médica de la CIG, Francisco Vázquez Vizoso, quien ve "perverso" introducir "objetivos de prescripción" de genéricos "dentro de los criterios de evaluación" del CPV, que hasta ahora no computaban a efectos del complemento pues constituía un incentivo independiente, ya que "es un cambio muy importante a efectos de carga profesional" porque "están muy ligados a fines economicistas que tienen poco que ver con la calidad".

De este modo, ha censurado que este año se incluyen las novedades terapéuticas para valorar el cobro, por lo que "tiene que haber un porcentaje máximo de ellas para que evalúen el CPV" —inicialmente del 1,5 por ciento, ahora el 3 por ciento—.

En esta línea, Vázquez Vizoso ha subrayado "el cabreo considerable" en hospitales y Atención Primaria por el acuerdo de otras organizaciones sindicales como CESM-Omega que "aceptan las reglas que impone el Sergas" mediante un mecanismo de elaboración de objetivos que "ahora pretenden presentar como un logro" sin llevar a cabo una negociación en la mesa sectorial.

Por ello, los facultativos de la Agrupación Médica de CIG Saúde han mostrado su "profundo malestar" ante esta situación que "consolida la introducción de los incentivos a la prescripción" en el CPV, después de la introducción el año pasado del objetivo de prescripción de genéricos "cuando en años anteriores constituían un incentivo independiente", según dicen, "precisamente para que no restase porcentaje de cumplimiento" del complemento de productividad "de cara a la futura carrera profesional".

En concreto, el sindicato nacionalista ha recriminado que estos complementos "utilizan indicadores para medir diferentes actividades que no son pactados", e incluye "indicadores de todo o nada, no de gradualidad", es decir que "si no se cumple un determinado indicador se considera que el cumplimiento de acuerdo de gestión es cero y no se cobra nada".

EXIGENCIAS

Así, la CIG ha exigido volver a evaluar el cumplimiento de objetivos de 2010 de todos aquellos profesionales que no cobraron el cien por cien del complemento de productividad variable, debido a que cree que el sistema de evaluación "era claramente inadecuado" debido a condiciones como "la presión en favor de la prescripción electrónica y del uso de genéricos en un contexto confuso", así como por los "problemas ocasionados por la aplicación del catálogo y por la sobrecarga asistencial".

Además, piden la supresión de la "inaceptable cláusula" que establece que a aquellos facultativos que superen un porcentaje de prescripción de "novedades terapéuticas" definidas por el Sergas no se les valorarán el resto de objetivos.

Por ello, la agrupación médica de la CIG ha demandado "la convocatoria urgente de una mesa sectorial" en la que se cree un grupo técnico de trabajo en la que se debata la evaluación de objetivos, una petición que si no se cumple, el sindicato "llamará a los facultativos a que se movilicen y a que no firmen los objetivos del año 2011".