El «olor nauseabundo» vuelve con el calor a la zona del Guadalmedina

Los vecinos se quejan de que no pueden abrir las ventanas. 200 casas, un colegio y un centro de salud conviven con el hedor.
La basura puebla el fondo del río. De bolsas a carros de la compra.
La basura puebla el fondo del río. De bolsas a carros de la compra.
v. bueno
La basura puebla el fondo del río. De bolsas a carros de la compra.
Quien describió el agua como incolora e inodora no conocía el río Guadalmedina. El gesto de llevarse la mano a la nariz acompaña a los vecinos que viven junto a la lámina de mar que penetra casi 500 metros en su cauce.Más de 200 viviendas están ubicadas alrededor de la zona de influencia del tufo que el agua semiestancada y el calor generan cada año. El colegio público García Lorca, el centro de especialidades médicas José Estrada del SAS y el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) completan el listado de inmuebles públicos afectados por «el problema de salud pública que supone el río», afirma uno de los vecinos del número 11 de calle Pasillo del Matadero.

El Ayuntamiento aún no ha confirmado si la limpieza del cauce le compete a él, si bien la Junta afirma que ésa es una tarea municipal.

Testimonios

Orilla occidental: «Pagamos impuestos de primera, pero recibimos servicios de segunda», denuncia este vecino. Insiste en que llevan años reclamando al Ayuntamiento una solución.

«Cuando llega esta época no podemos abrir las ventanas por el mal olor. El cauce está lleno de porquería. Emasa dice que el agua proviene del mar, pero huele a algo más. Es nauseabundo».

Dragados, embovedados y renovación continua del agua son las soluciones que los afectados han propuesto al Consistorio sin obtener solución a sus problemas.

Orilla oriental: Daniel Schultheiss es alemán y lleva seis meses viviendo en el nº 15 de c/ Alemania. «Cuando salgo por el portal huele fatal. En mi país los ríos no tienen ese olor, ni ese color, ni la espuma que flota en el Guadalmedina», asegura.

Sin limpiar desde que vino la infanta

Hace dos años que el Ayuntamiento ejecutó unos trabajos de bombeo en el Guadalmedina para evitar que el agua estancada fuera un criadero de malos olores y mosquitos. Los vecinos aseguran que estos sistemas no funcionan durante el fin de semana. Se quejan de que la porquería del fondo del río se limpió cuando la infanta Cristina inauguró el CAC, pero que han pasado tres años sin que nadie lo haya vuelto a hacer.

3 años lleva sin limpiarse el cauce que tiene agua de mar

en el río Guadalmedina.

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