Según la denuncia de la CGT, los nuevos trenes complican la evacuación de los pasajeros del metro en caso de quedar atrapados en el interior de un túnel, hasta tardar unos 20 minutos.

Cabina cerrada

Los trenes no tienen acceso desde la cabina de conducción al exterior. El conductor debe desplazarse hasta la segunda puerta de pasaje para desbloquearla e instalar la escalerilla fija. Una maniobra que sólo puede realizarse con garantías en un túnel de doble vía.

En caso de ser un paso de vía única, según el sindicato, la evacuación debe hacerse por la primera puerta de pasaje con una escalerilla móvil, que se instala en el tren con unos soportes de hierro «de considerables dimensiones», según la denuncia, que se encuentran situados en el vagón central y su proceso de instalación es «muy complejo» y arriesgado.

Fuentes de TMB aseguraron que los nuevos trenes de las líneas L2, L3 y L5 son totalmente seguros, como confirma su homologación y que están equipados con mecanismos para una correcta evacuación, a través de cinco escaleras, como quedó ya demostrado en un simulacro.

Rechazo al nuevo modelo

Mientras que para TMB el nuevo modelo 5000 es un paso importante para la automatización de las líneas de metro, para el sindicato CGT es un tren con graves deficiencias, que denuncian periódicamente. El último caso denunciado fue la ausencia de retrovisores en los nuevos convoyes, de tal forma que los conductores no podían tener una línea visual de todo el tren en el momento de cerrar las puertas. Este hecho fue subsanado por TMB con la instalación de cámaras y espejos retrovisores en los andenes, pero aún así, la CGT denunció que en las estaciones cuyo perímetro no es rectilíneo, sino curvo, «ni los espejos ni las cámaras obtienen una visión completa de los andenes».