Has estado hace escasos días allí comprando un producto determinado y cuando vuelves no eres capaz de encontrarlo. ¿Casualidad? Para nada. Los grandes establecimientos suelen cambiar el lugar de sus artículos para que tengas que recorrer la tienda entera y piques con algo más.
Wikimedia Commons/tscaAunque ya hayas decidido que tu compra está completa y te dirijas a pagar aún no puedes cantar victoria. El pasillo de las cajas está lleno de pequeños artículos como chicles, chucherías o revistas que te van a tentar hasta el último momento.
PixabayLa primera vez te piden que metas tu dirección y tu número de tarjeta, pero jamás te lo volverán a pedir. El objetivo es que te dediques a comprar todo lo que necesites con la mayor facilidad del mundo y no pierdas tiempo metiendo los datos. Así, terminarás adquiriendo cosas que no necesitas.
PixabayLos establecimientos tienden a poner los productos frescos de colores vivos, como por ejemplo la fruta, muy al alcance de la vista. El motivo es que esta brillantez cromática genera buen humor en el cliente, una impresión positiva y una mayor tendencia a gastar más dinero.
Pixabay/Free-PhotosA priori es algo positivo y que sirve para ahorrar, pero normalmente te obligan a un pedido mínimo y los clientes suelen preferir adquirir cosas que no necesitan para cumplir con esta norma antes que pagar por los costes de envío. La estrategia de las empresas en este sentido es perfecta.
PixabayTienen una gran capacidad y permiten guardar un montón de cosas en ellos. No es casual, el objetivo es que lo llenes lo máximo posible y te lleves cosas que incluso no necesitas. Además, son mucho más cómodos que tener que ir cargando con todos y cada uno de los productos.
Pixabay/MichaelGaidaCuando entras en una tienda y tienen puesta una música tranquila tienes que saber que no es casualidad, o al menos no siempre. El motivo es que tiende a relajar al cliente, a ir con menos prisa y como consecuencia a pasar más tiempo en los comercios y gastar más.
Pixabay/stevepbCada vez más empresas lo aplican y sus beneficios son más que evidentes. Varios estudios han demostrado que la satisfacción del cliente aumenta con la empresa y que en los dos siguientes años la persona que ha devuelto el artículo consume aún más cosas de esa marca.
PixabaySeguramente te ha pasado más de una vez que cuando llegas a un supermercado te cuesta encontrar productos tan comunes como los huevos, el pan, la harina o el azúcar. La razón es que tengas que recorrer la tienda entera para encontrarlos y que de paso vayas llenando el carro con otras cosas que a priori no ibas a comprar.
Pixabay/congerdesignMuchos de los productos suelen costar 99 céntimos en lugar de 1 euro, 1,99 euros en lugar de 2 euros y así sucesivamente. La razón es que las personas tienden a redondear hacia abajo y poniendo los 99 siempre les parecerá que están gastando mucho menos que si pones el euro completo.
Pixabay/stevepbLos anuncios personalizados son esos que siguen tu recorrido por Internet y se adaptan a tus gustos y a tus búsquedas. Así, te seguirán apareciendo continuamente y quizás termines picando y adquiriendo ese producto solo por insistencia.
PixabayNo son lo mismo unos estantes que otros y eso los comercios lo saben perfectamente. Por eso siempre van a poner a la altura de tus ojos aquellos que quieren venderte de forma prioritaria, mientras que los demás terminarán en otros lugares mucho menos destacados.
Pixabay/igorovsyannykovNormalmente si te ven muy interesado en un producto en concreto intentarán sugerirte alguno complementario que aumente las ventas. La gente suele fiarse de los consejos, por lo que normalmente terminará adquiriendo cosas que en un principio no quería.
Pixabay/Victoria_BorodinovaEn el pasado ha habido varios casos distintos en los que se ha producido esta situación. Uno de los más comentados fue que Apple limitó la potencia del procesador de algunos terminales, lo que les hacía prácticamente inservibles. La única solución es comprar un teléfono nuevo.
PixabayNadie te obliga a comprar un producto que pruebes en el supermercado, pero los vendedores saben que te sientes culpable si no lo haces. Y pese a que no es una ciencia, lo cierto es que las posibilidades de que compres después de probar algo suelen ser más altas.
PixabayTeóricamente comprando packs ahorras dinero, pero no siempre es la mejor decisión posible. No estamos tan acostumbrados a planificar a medio plazo, por lo que normalmente nos terminamos viendo obligados a tirar parte de esos productos. Al final el negocio no es tan bueno.
PixabayLas tiendas tienen a publicitar algunos productos por un período de tiempo corto con el objetivo que los clientes piquen. Los estudios aseguran que nos suele parecer más valioso algo que consideramos limitado que algo a lo que tenemos acceso continuamente.
PixabayTanto los carteles de rebajas como de disminución de precios o descuentos actúan como un gran imán para los clientes, provocando que entren en el establecimiento incluso aunque no tuvieran pensado hacerlo en el primer momento.
EPAdemás de los colores brillantes para que nos atraiga un producto, las tiendas también utilizan colores cálidos y tranquilos que nos invitan a acceder al interior del establecimiento.
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