Los trabajos, que comenzaron en noviembre, han consistido en la prolongación de la L-311b para conectar con la autovía y en la mejora del tramo existente y han tenido un presupuesto de 1,2 millones de euros, ha informado la Conselleria en un comunicado.
Como consecuencia de la construcción de la A-2 en el entorno de Cervera, el trazado de la L-311b quedó interrumpido, por lo que perdió la conexión con el resto de la red viaria y sólo servía de acceso a varias fincas del entorno por lo que el acceso desde la avenida de Guissona a la red interurbana de carreteras se tenía que hacer cruzando el núcleo urbano de Cervera.
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